Durante la Asamblea Plenaria en el Jubileo de Oro de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), los prelados africanos eligieron como su presidente al Obispo de Ouahigouya, el Cardenal Philippe Ouédraogo.
La celebración del Jubileo del Simposio de SECAM y su 18° Asamblea Plenaria se llevó a cabo del 19 al 29 de julio de 2019, en Kampala (Uganda) acogiendo el tema “Para que conozcan a Cristo y tengan vida en abundancia”.
En su mensaje final, dado el 28 de julio, SECAM llamó a su jubileo de oro “un tiempo de acción de gracias” y de comunión.
El simposio dijo que el jubileo es “un compromiso al servicio de la reconciliación, la justicia y la paz que promueve la comunión y la solidaridad pastoral que nos permite unirnos contra: la colonización ideológica, el acaparamiento de tierras, la desestabilización política y democrática, el tráfico de personas, el terrorismo y el tráfico de armas, etc”.
Los obispos aseguran que SECAM debe ser “un signo de esperanza, especialmente para las familias y nuestros países”.
Asimismo, señalaron que “la familia fundada en la unión del hombre y la mujer sigue siendo el primer lugar de la evangelización; es por eso que SECAM ha seguido insistiendo en su importancia, vocación y naturaleza según lo ordenado por Dios”.
En otro momento, los prelados destacaron la importancia del desarrollo humano integral y “las dimensiones sociopolíticas de la evangelización”, y pidieron “a los políticos y gobiernos que trabajen por el bienestar de su gente”.
Los mártires de Uganda, dijeron los obispos, “nos recuerdan la importancia de permanecer fieles a nuestra fe en Cristo y a nuestro compromiso bautismal. También son modelos para todos los bautizados, especialmente los catequistas”.
Carlos Lwanga, José Mkasa, junto a 20 compañeros, fueron martirizados entre los años 1885 y 1887 en Uganda por haber conformado la sociedad de los Misioneros de África, conocida como los Padres Blancos, que se encargó de la evangelización de ese continente durante el siglo XIX.
SECAM también señaló que a los niños “se les debe dar atención especial y educación cristiana de calidad para que sean testigos efectivos de Cristo”.
Llamaron la atención sobre el “papel insustituible” de las mujeres en la Iglesia y en la sociedad, diciendo que “su participación en la educación y la evangelización es indispensable”.
En la asamblea plenaria, los miembros de SECAM también hicieron una serie de compromisos y exhortaciones.
Se comprometieron a invertir “más profundamente en la formación bíblica, teológica, moral y espiritual de todos los bautizados; alimentarlos con la Palabra de Dios y los sacramentos, para que puedan hacer que el evangelio penetre en todos los aspectos de la vida”, y hacer del jubileo “un trampolín para la nueva evangelización”.
Los obispos también se comprometieron a promover “la formación humana y la educación profesional, moral y espiritual de los niños y jóvenes y ayudarles a estar más profundamente enraizados en los valores del evangelio”, así como a profundizar la colaboración con líderes políticos, y haciéndolos responsables “para poner nuestros recursos humanos y naturales al servicio del desarrollo, la reconciliación, la justicia y la paz”.
También exhortaron a las comunidades religiosas a ser fieles a su vocación y participar en el “intercambio misionero” entre las diócesis, y recomendaron que “la formación de sacerdotes debería apuntar a ayudarlos a desarrollar una relación personal más íntima con Cristo, la madurez humana y espiritual, un sentido de servicio y responsabilidad y pasión por la misión de la iglesia”.
“Animamos a las Iglesias particulares a participar en la formación, acompañamiento y orientación de los funcionarios públicos y políticos en sus respectivos lugares para luchar contra la corrupción, promover el buen gobierno y una mejor gestión de los recursos humanos y naturales”, agregaron los obispos.
SECAM eligió a Mons. Sithembele Sipuka de Umtata como su primer vicepresidente, y a Mons. Lucio Muandula de Xai-Xai su segundo vicepresidente. El P. Terwase Henry Akaabiam fue nombrado secretario general.
El simposio surgió de los deseos de los obispos africanos en el Concilio Vaticano II para hablar con una sola voz.
El Cardenal Ouédraogo anunció en la asamblea que SECAM emitirá el “Documento de Kampala” después de la asamblea, para “ayudar al pueblo de Dios a profundizar su conocimiento de Cristo nuestro Salvador y darlo a conocer como el Camino, la Verdad y la Vida”.
El simposio pretende que el documento “se convierta en un texto de referencia para nuestra misión”.
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