El P. Malaka Leonard Fernando vive cerca de donde tuvo lugar uno de los atentados el pasado Domingo de Pascua, y según explicó a Ayuda a la Iglesia Necesitada los cristianos “están atemorizados”, por lo que pidió unirse con los católicos de Sri Lanka a través de una oración que rezan diariamente los fieles del país.
El P. Malaka Leonard Fernando vive a medio kilómetro de Katuwapitiya, donde ocurrió el atentado contra la iglesia de San Sebastián el pasado 21 de abril. Sin embargo ni él ni ninguno de los franciscanos de su comunidad se vieron afectados, pero varios de sus amigos sí murieron en los atentados.
El sacerdote y provincial de la viceprovincia de Nuestra Señora de Lanka de la Tercera Orden Regular Franciscana explicó a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) la situación actual de los cristianos tras los atentados en cadena que dejaron más de 250 muertos.
El P. Malaka precisó que aunque la población ha sufrido “durante los 30 años de guerra contra los terroristas”, no esperaban “que algo así pudiera ocurrir en nuestro país. Pensábamos que Sri Lanka había recuperado la paz pero con estos atentados, todas nuestras esperanzas se han desvanecido”.
En ese sentido el P. Malaka dijo que “la mayoría de los cristianos están atemorizados”, ya que ellos fueron el único blanco de los atentados.
El franciscano precisó que en los atentados “un número considerable de niños han sido víctimas de las explosiones. Los niños son inocentes y son incapaces de entender lo que está ocurriendo. La mayoría de ellos tienen miedo” y por eso subrayó que “las escuelas permanecerán cerradas por algunos días”.
Indicó que durante el funeral el Arzobispo de Colombo, Cardenal Malcolm Ranjith, “expresó su dolor por las explosiones” y “pidió a la gente que guardara la calma y que no se tomara la justicia por su mano”.
Recordó que durante la homilía del funeral el Cardenal manifestó sus “profundas condolencias a las familias que han perdido a sus seres queridos en los atentados, y deseó una rápida recuperación a los heridos”. “También pidió al personal hospitalario que extremara sus cuidados con estos heridos y suplicó a la gente que fuera generosa y que donara sangre en estos momentos de necesidad”, indicó.
El sacerdote aseguró que “no hay un camino hacia la paz, la paz es el camino” y animó a tomar todas las medidas necesarias para evitar la violencia y vivir pacíficamente, pues “el camino de la paz es el camino del amor”.
Además pidió a los cristianos del mundo unirse por Sri Lanka con la oración que rezan allí:
“Oh Madre, la más cariñosa y tierna, Reina y Patrona de Sri Lanka. Humildemente te pedimos que mires hacia nosotros, tus hijos, en nuestros momentos de necesidad. Queridísima Madre, tú que has venido a socorrernos incluso en tiempos de peligro, en la guerra y la destrucción. En virtud de tu amor por nosotros, que nunca nos falla, te pedimos encarecidamente que disipes de entre nosotros las olas de violencia, asesinatos y adicciones, y demás manifestaciones del mal que puedan romper la unidad entre la gente.
Ayúdanos a construir en nuestro país el Reino de Dios de la Justicia y el Amor. Encomendamos a tu amoroso cuidado y guía, a todas las razas y pueblos de nuestro país. Ayúdanos a instaurar la fraternidad, la paz y la unidad en nuestra sociedad. Guía los destinos de nuestra nación y obtén para nosotros una paz duradera para que todos nosotros podamos vivir como hermanos y hermanas de una sola familia. Amén”
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