En su homilía, dirigiéndose a los nuevos sacerdotes provenientes de 16 países, el Cardenal les pidió imitar al Buen Pastor que “piensa siempre en el bien de las almas antes que en sus intereses personales y para esto es capaz de los sacrificios más grandes, porque sabe amar”.
Además, explicó que “solo el amor puede dar sentido a una vida de entrega. Un amor que procuraremos llevar hasta el extremo, hasta el olvido de sí, que nos llevará a vivir contentos, trabajando donde Dios nos quiera, cumpliendo con esmero su voluntad”.
En otro momento, el Purpurado los animó a cuidar de la Misa y el Sacramento de la Reconciliación. Les pidió que sean “buenos confesores y buenos penitentes” y luchen siempre “contra los propios defectos contando con la gracia de Dios".
Finalmente, el Cardenal Cañizares recordó que “Dios siempre promete futuro”, que hoy “sigue anunciándonos que Él nunca dejará de mandarnos pastores y que la ayuda del ministerio sacerdotal nunca nos faltará”
A la ceremonia asistió Prelado del Opus Dei, Mons Fernando Ocáriz, familiares y amigos.
Los nuevos sacerdotes proceden de Brasil, Colombia, España, México, Nueva Zelanda, Venezuela, Chile, Estados Unidos, Kenia, Francia, Paraguay, El Salvador, Uganda, Filipinas, Perú e Italia.
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