El Obispo de Tombura-Yambio, Mons. Eduardo Kussala, dijo que los obispos están agradecidos y alentados por la reunión del Papa Francisco con las autoridades civiles y eclesiásticas de Sudán del Sur a inicios de abril de 2019.
El Papa organizó el retiro específicamente para los líderes políticos. En un gesto inusual, les besó los pies mientras pedía la paz en la nación.
“Hemos intentado mantener el impulso, seguir trabajando más y asegurarnos de que la paz llegue realmente a este país. Nos ha vuelto a dar más energía para servir a los líderes y al pueblo”, dijo Mons. Kussala a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI-.
Sudán del Sur se independizó de Sudán (África) en el año 2011. Sin embargo, en diciembre de 2013 estalló una sangrienta guerra civil hasta que en 2018 se firmó un acuerdo que exigía un gobierno unificado, formado por ambas partes que comenzaría a regir el país el 12 de mayo de 2019.
El acuerdo fue firmado por el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el exlíder rebelde, Riek Machar. Según informa Reuters, los requisitos más importantes del tratado, incluida la integración de sus fuerzas armadas, aún no se han cumplido.
La guerra ha generado una grave crisis humanitaria en el país.
Mons. Kussala, indicó que el Santo Padre “ha dado un mensaje fuerte a nuestros líderes de que él es un Papa que besa sus pies para que hagan lo mismo entre ellos y por la gente”.
Sin embargo, el obispo reconoció las dificultades que enfrenta el acuerdo de paz, afirmando que debe haber paciencia con los tiempos pactados en el acuerdo.
“Tomando las décadas y años de desconfianza que existieron entre estas diferentes fuerzas, no es una cosa fácil establecer de la noche a la mañana”, dijo.
Asimismo, señaló que el acuerdo no puede ser apresurado porque podría resultar en más violencia. También advirtió que se deben tomar las medidas adecuadas para implementar el acuerdo y advertir contra presiones innecesarias.
“Debido a que es un trabajo de paz, debe hacerse pacíficamente. No hay una solución rápida para la paz”, afirmó.
Mons. Kussala también dijo que la Diócesis de Tombura-Yambio ha estado trabajando en los esfuerzos de reconciliación y consolidación de la paz. “Creemos que encontrar respuestas locales, soluciones locales a los problemas que surgen entre nosotros es el camino a seguir”.
Esta diócesis se unió recientemente con otros grupos de la Iglesia para atraer a 10.000 jóvenes de la selva que fueron luchadores; y de esta manera preparar a la comunidad para la reconciliación y el perdón.
“Muchos de ellos se están integrando en el gobierno y ya están trabajando en las diferentes fuerzas organizadas. Otros también están participando en actividades sociales y económicas”, aseguró.
Finalmente, Mons. Kussala enfatizó el aspecto espiritual del proceso de paz, resaltando la importancia de verse unos a otros con los ojos de la fe.
“Debemos creer que todos somos iguales, somos hijos de Dios. Tenemos que perdonarnos unos a otros, esa es nuestra arma fuerte”, concluyó.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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