Al concluir su 106° asamblea plenaria este 6 de julio, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) publicó un mensaje de esperanza para alentar a luchar por la paz, la unidad del país y a combatir la corrupción.
Al comenzar su mensaje, los obispos pidieron no ahondar “en la polarización a la que hemos llegado en el esfuerzo de lograr el país que soñamos. La división no hace bien a ninguno. Hay que avanzar, dentro de un pacto social y cultural, a un gran acuerdo que nos permita vivir y trabajar todos en un gran proyecto nacional”.
Tras reiterar su saludo al presidente electo de Colombia, Iván Duque, los prelados pidieron a los partidos y agrupaciones a que animen a la unidad; así como a “todos los colombianos a soñar de nuevo nuestra convivencia y a empeñarnos seriamente en el bien común”.
Los obispos también recordaron que “la corrupción, que incrementa la inequidad, la ilegalidad, el narcotráfico, la pobreza y distintas formas de violencia, se ha vuelto para Colombia un mal gravísimo”.
En ese sentido, recordaron las palabras del Papa Francisco sobre las graves consecuencias de la corrupción y el narcotráfico, y alentaron a rescatar “la ética en la vida personal, la familia, la escuela, la academia y la sociedad en general”, cultivando “una cultura de la honestidad y la transparencia”.
La CEC también invitó a “no dejar a mitad de camino el esfuerzo que el país ha realizado por la paz y la reconciliación, que requiere nuevos aportes y nuevos horizontes, pero sobre todo el ánimo y compromiso de todos para que finalmente la paz sea una realidad”.
“Manifestamos de nuevo nuestra profunda consternación por los asesinatos de hermanos y hermanas en los últimos días; nos unimos al dolor de sus familias. Toda vida es sagrada y toda muerte violenta es inaceptable”, agregaron.
También pidieron a las autoridades proteger y garantizar “la vida de quienes están bajo amenazas”.
En los últimos días los obispos de Colombia expresaron su consternación por el asesinato de siete campesinos y dos líderes sociales en tres departamentos del país.
En su mensaje de hoy, los prelados alentaron a los católicos a ser luz y sal en Colombia, trabajando “sin descanso por sanar las heridas, tender puentes, encontrar la reconciliación y cultivar la cultura del encuentro fraterno”.
Asimismo expresaron su preocupación por los inmigrantes venezolanos que cruzan la frontera para no ser víctimas de la grave crisis humanitaria, social, política que aqueja a su país.
“Haciendo propia la llamada del Papa Francisco, acojamos, protejamos, promovamos e integremos a quienes, desde la hermana nación, llegan a nuestro país en busca de nuevos horizontes”, indicaron.
Finalmente, hicieron votos para que “la Virgen María nos enseñe a ser fieles al querer de Dios sobre nuestra patria en esta nueva etapa de su historia”.
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