En la actualidad los defensores de la vida y la familia que se oponen a la ideología de género suelen ser tildados de “homofóbicos”. Sin embargo, ¿existe verdaderamente esta “fobia” a quienes se autodenominan LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales)?
El lobby LGTBI y militantes del feminismo radical suelen utilizar el término “homofobia” contra toda persona que se oponga a la ideología de género, la cual afirma que la diferencia entre hombre y mujer es una construcción social y no una realidad biológica.
Así lo confirma en diálogo con ACI Prensa, Nicolás Márquez, coautor junto a Agustín Laje del bestseller de Amazon “El Libro Negro de la Nueva Izquierda”, que afirma que la ideología de género es una nueva careta del movimiento político de izquierda.
“El problema es que a todos aquellos que nos oponemos a esta ideología autoritaria (ideología de género) se nos acusa de ser homofóbicos. Es el insulto impuesto más exitoso porque ha sido instalado en la opinión pública y en el lenguaje”, indicó Márquez.
El abogado y analista político argentino sostiene que oponerse a la ideología de género “no implica, en lo absoluto, que en el marco de la libertad e intimidad, estas personas puedan hacer lo que deseen”.
“Se nos acusa de tener una fobia, y la fobia es una enfermedad. No obstante, no existe la homofobia dentro del terreno médico o psiquiátrico. Las fobias están clasificadas en los manuales DSM de psiquiatría y en ninguno existe el concepto de homofobia”, afirmó Márquez.
Como sostiene el autor, en el manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría no se encuentra clasificada la “homofobia” como un trastorno o enfermedad.
Origen de la palabra “homofobia”
Según la Real Academia Española la homofobia significa “aversión a la homosexualidad o las personas homosexuales”.
Sin embargo, Márquez recuerda que la homofobia es únicamente “un invento ideológico, político, de carácter peyorativo que tiene una función insultante para atacar a todos aquellos que se oponen a la ideología de género”.
El término “homofobia” fue introducido por George Weinberg, un psicólogo estadounidense que acuñó el término en 1965 y luego lo inmortalizó en su libro de 1972 “Society and the Healthy Homosexual” (La sociedad y el homosexual saludable).
El cofundador de Gay Activists Alliance (Alianza de Activistas Homosexuales), Arthur Evans, admitió en un artículo titulado The Logic of Homophobia (La Lógica de la Homofobia) que la palabra fue inventada por Weinberg porque era un “amigo” de la comunidad que “asistía regularmente”.
“La invención de la palabra ‘homofobia’ es un ejemplo de cómo una teoría puede echar raíces en la práctica. La palabra no provenía de un académico que observara el movimiento a distancia, como un biólogo entrecerrando los ojos al microscopio en un tobogán”, dijo Evans en su artículo.
Márquez sostiene que la utilización de la palabra homofobia tiene una particularidad: “No solamente se acusa de padecer una enfermedad, sino que tiene la función de patologizar el pensamiento disidente. Es decir, que todo aquel que piensa distinto a la ideología de género padece una enfermedad”.
“La homofobia no tiene ningún tipo de rigor científico, sino una simple función estigmatizante y política”, concluyó el analista político.
Intentos de silenciar a la Iglesia
La etiqueta de “homofobia” también ha sido usada frecuentemente para silenciar la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad y amenazar con juicios a obispos.
En 2016, el Consejo para la Diversidad Sexual del Estado de México (CODISEM) acusó de homofobia a la Iglesia Católica y al Obispo de Toluca, Mons. Francisco Javier Chavolla Ramos, luego de que el Prelado denunciara ataques contra “el núcleo de la familia”, a manos de “ideologías que van en contra de la familia, generando una confusión tremenda”.
Similares acusaciones enfrentó el Obispo de Aguascalientes, Mons. José María de la Torre, en 2014, por expresar su oposición al mal llamado “matrimonio” homosexual.
En España, prelados como el Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia; y Mons. Xavier Novell, Obispo de Solsona, han sufrido los ataques del lobby gay por defender la familia.
En junio de 2017, un grupo de izquierda retrató a ambos obispos en un dibujo pornográfico gay, acusándolos de dar “discursos LGBTI-fóbicos y misóginos”.
A pesar de los ataques, el Obispo de Toluca alentó a los fieles a “no tener miedo de ninguna forma”. “El mundo quiere aplastarnos, pero tenemos nosotros la victoria en Cristo, Él nos ha defendido”, aseguró.
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