En Roma, el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, recordó la figura del Siervo de Dios argentino Eduardo Francisco Pironio en ocasión del vigésimo aniversario de su muerte en una conferencia en la que destacó su amor por los necesitados y su actitud frente al cáncer.
En el acto, que estuvo organizado por la Embajada de la República Argentina, el Cardenal destacó que “de él se entreveía aquella serenidad que sólo la amistad con Dios puede alimentar”. "Se entreveía otra dimensión, aquella de la unión con Cristo”, que era “todo para él y el conjunto de todas las cosas”, “era la razón de su vida”.
El Secretario de Estado se refirió también a la enfermedad que sufrió y durante la cual fue “consciente de que la Cruz es fuente de vida y no de muerte”, lo que se ve reflejado en sus palabras en las que “se transparentan además de la confianza incondicional en la Providencia, el sentido de gratitud a Dios, como Aquél que dona y quita en vista de un bien mayor”, subrayó.
“La Cruz se transformó para él en felicidad, como instrumento de salvación” y “estuvo siempre junto a quienes estaban necesitados y vivían en el sufrimiento. Fue el compañero de viaje de tantos pobres, de tantos desesperados, de las clases más desfavorecidas”, defendió.
Sobre su labor misionera, recordó que quiso “llevar el Evangelio entre quienes se encontraban en las situaciones más difíciles. La suya era la presencia de Cristo en medio del mundo. Era como la caricia de Dios para tantas personas que se dirigían a él y que sabían que encontrarían un padre y un hermano”.
El Cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio fue declarado por Benedicto XVI Siervo de Dios el 23 de junio de 2006.
Muy apreciado en el Vaticano
El Cardenal Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 en la localidad de 9 de Julio y fue el menor de 22 hermanos. Fue ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943 en la Basílica de Luján.
Durante el gobierno de Domingo Perón, en 1955, fue apresado en La Plata junto con el Cardenal Antonio Quarracino, entonces Arzobispo de Buenos Aires.
Se desempeñó como rector del seminario de Devoto. En 1964 fue nombrado Obispo Auxiliar de La Plata y en 1972 Obispo de La Plata.
Fue en este cargo que sufrió las principales amenazas de la dictadura militar. El diario Clarín recuerda que el 9 de mayo de 1976 desapareció la decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica de Mar del Plata, María del Carmen Maggi, episodio interpretado como una advertencia concreta hacia su propia persona.
La figura del Cardenal Pironio fue siempre muy apreciada por la Iglesia en Argentina, debido a su espiritualidad, su compromiso y su afabilidad de la mano de un cierto carisma y una trayectoria eclesial sobresaliente.
En 1977 Pablo VI lo llamó al Vaticano y en 1984 fue nombrado Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Falleció en Roma en febrero de 1998.
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