#Israeli occupation forces closed the #Palestinian neighborhood Al-Thuri in #Jerusalem & set a checkpoint #intifada pic.twitter.com/k5WucGetg6
— Voice from Jerusalem (@Pales601) octubre 15, 2015“No negamos que la situación es difícil”, señaló Cáritas Jerusalén en un comunicado enviado a la agencia vaticana Fides, “pero hacemos un llamamiento a todos nuestros hermanos y hermanas cristianos a venir y no tener miedo: no nos dejen solos”.
En el texto, Cáritas señaló que las medidas de seguridad están causando la cancelación de las peregrinaciones, “lo que significa el colapso masivo del sector turístico, especialmente en Belén, donde la mayor parte de las personas dependen de este sector para asegurarse el acceso a los medios de subsistencia”.
La cancelación de los permisos para entrar en Jerusalén o Israel “dará lugar a un aumento del desempleo y de dificultades económicas para miles de familias trabajadoras” que dependen totalmente de lo que pueden ganar a través de su trabajo diario, indicó.
Según informó la agencia EFE, entre las medidas aprobadas el 14 de octubre está cerrar los barrios palestinos de Jerusalén Este –que Israel ocupa desde 1967-, y aumentar las fuerzas operativas de la policía y contratar a 300 guardias de seguridad para el transporte público en Jerusalén.
Esto fue criticado por la organización internacional Human Rights Watch (HRW). "Cerrar los barrios de Jerusalén Este violará la libertad de movimiento de todos los palestinos residentes sin ser una respuesta adecuada a una preocupación específica", dijo la directora para la zona de la organización, Sari Bashi.
Por su parte, un grupo de palestinos lanzó esta madrugada bombas molotov y prendió fuego a la tumba del patriarca hebreo José, en la localidad de Nablus (Estado de Palestina). La agencia AFP informó que el atentado fue condenado por el presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, que pidió que se forme inmediatamente una “comisión investigadora” y que se reparen los daños.
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