Francisco pide que el 'genio femenino' se manifieste plenamente en el mundo

En una carta enviada a los participantes de un Congreso Internacional sobre el papel del a mujer en la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, el Santo Padre reflexiona sobre los dones inconmensurables con los que Dios ha enriquecido a la mujer        

Vatican City, 23 de mayo de 2015 (ZENIT.org) Rocío Lancho García | 4 hits

El papa Francisco alaba el valor del “genio femenino” en el mundo y en la sociedad al mismo tiempo que reconoce la capacidad de la mujer para la comprensión y el diálogo, la sensibilidad y la ternura. Lo hace en una carta enviada al cardenal Turkson, en ocasión del Congreso Internacional, que se celebra en Roma esta semana y lleva por título: "Mujeres hacia la agenda de desarrollo post-2015: ¿Qué desafíos ante los Objetivos de Desarrollo Sostenible? El Congreso es una iniciativa del Consejo Pontificio Justicia y Paz, en colaboración con la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (WUCWO) y la Alianza Mundial de Mujeres por la Vida y la Familia (WWALF).

El Pontífice pide a los destinatarios del mensaje, comprometidos con la defensa de la dignidad de las mujeres y en la promoción de sus derechos, “dejaros guiar por el espíritu de humanidad de compasión en el servicio al prójimo”. Asimismo pide que la “competencia profesional sea la primera cualidad fundamental, pero sin individualismo, sin mero activismo, sino con compromiso generoso”. Así --añade-- haréis emerger los dones inconmensurables con los que Dios ha enriquecido a la mujer, haciéndola capaz de comprensión y de diálogo para conciliar conflictos grandes y pequeños, de sensibilidad para sanar las heridas y cuidar cada vida, también a nivel social, y de misericordia y ternura para tener unidas a las personas. Estos aspectos forman parte de ese “genio femenino” que es necesario que se manifieste plenamente, en beneficio de toda la sociedad.

En la carta, el Santo Padre valora además este “dar voz a la instancias promovidas por el universo católico femenino en los procesos internacionales que están realizando, a nivel de las Naciones Unidas, una nueva Agenda para el Desarrollo post-2015”. Tal y como recuerda el Papa, "a este documento desean contribuir muchos hombre y mujeres comprometidos en la defensa y promoción de la vida y en la lucha contra la pobreza, la esclavitud y las injusticias que, lamentablemente, aún demasiado a menudo sufren sobre todo mujeres de todas las edades y en todo el mundo".

Así, Francisco observa en la misiva que las mujeres encuentran en distintas partes del mundo desafíos y problemáticas diferentes. En el mundo occidental sufren discriminación en el campo laboral, “a menudo forzadas a elegir entre trabajo y familia”. Su vida de novias, esposas, madres, hermanas, abuelas, lamentablemente conoce a menudo la violencia; ha advertido. Por otro lado, el Papa observa que en los países en vías de desarrollo y en los más pobres “las mujeres son las que cargan sobre sus hombros el peso mayor, son las que recorren cada día kilómetros buscando agua, a menudo mueren al dar a luz, son secuestradas para la explotación sexual u obligadas a casarse a edades tempranas contra su voluntad, a veces incluso se les niega el derecho a la vida solo por ser de sexo femenino”.

El Santo Padre reconoce que las cuestiones unidas a la vida están conectadas a las sociales. Cuando defendemos la vida --observa-- lo hacemos para que esa vida pueda, desde su concepción hasta su final natural, ser una vida digna, que no conozca las llagas del hambre y de la pobreza, de la violencia y de la persecución. Finalmente, Francisco renueva su reconocimiento por esta iniciativa sobre un tema tan “importante y urgente”.