LIMA, 24 Sep. 14 / 04:25 pm (ACI ).- El P. Miguel Ángel Ortiz, profesor de Derecho Canónico Matrimonial de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y el Obispo Auxiliar de Santiago del Estero (Argentina), Mons. Ariel Edgardo Torrado Mosconi, coincidieron en señalar que la bendición de un “matrimonio” gay, como la que realizó recientemente el P. Sergio Alberto Lamberti, confunde seriamente a los católicos en relación al sacramento del matrimonio.
El P. Sergio Alberto Lamberti, sacerdote de la diócesis argentina de Santiago del Estero, realizó el 14 de septiembre, en la parroquia Espíritu Santo, una “bendición” de la pareja conformada por el activista transexual Luisa Paz y José Coria.
Para el acto, reportado por diversos medios como el “primer matrimonio trans” -el mismo día que el Papa Francisco casó en el Vaticano a 20 parejas- el sacerdote usó el pasaje evangélico de las Bodas de Caná, habitualmente usado en los matrimonios católicos, y aseguró que “Dios no hace excepciones de personas”.
Luisa Paz es un conocido militante de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina y consiguió presencia mediática al ser el primer transexual en recibir un nuevo documento de identidad, que lo reconoce como mujer, de manos de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
Un día antes del acto realizado por el P. Lamberti, el 13 de septiembre, la Diócesis de Santiago del Estero envió al diario El Liberal una aclaración sobre la enseñanza de la Iglesia con respecto al matrimonio, indicando que únicamente se entiende como tal el conformado por varón y mujer.
El 21 de septiembre, la Diócesis presentó un nuevo comunicado reiterando que “la única concepción de matrimonio entre bautizados” es entre varón y mujer, y reiteró que “es inválida e ilícita toda otra forma de unión. Por lo cual no es posible hacer ninguna celebración religiosa que no corresponda a esta naturaleza del matrimonio”.
Sin embargo, hasta la fecha se desconoce si la Diócesis de Santiago del Estero tomará alguna medida en este caso.
En diálogo con ACI Prensa, el Obispo Auxiliar de Santiago del Estero, Mons. Ariel Edgardo Torrado Mosconi, evitó pronunciarse sobre una posible sanción al sacerdote, por ser esta una competencia de Mons. Vicente Bokalic Iglic, el ordinario local, pero subrayó que “cualquier tipo de celebración que se haga por parte de los pastores que lleve a una confusión sobre el sacramento del matrimonio está prohibida”.
Recordando la exhortación apostólica Familiaris Consortio, de San Juan Pablo II, Mons. Torrado Mosconi indicó que “lo que dice con respecto a los matrimonios de divorciados y vueltos a unir evidentemente se tiene que aplicar todavía con muchísima mayor claridad en caso de un matrimonio de personas homosexuales ”.
En ese documento, señaló, “se recuerda que por el respeto al sacramento del matrimonio y a la comunidad de los fieles está terminantemente prohibido que los pastores por cualquier motivo o pretexto, incluso pastoral, efectuar ceremonias de cualquier tipo”.
Una ceremonia con una pareja homosexual, precisó, podría “dar la impresión de que se celebran nupcias sacramentales válidas y como consecuencia están induciendo al error sobre la concepción cristiana del matrimonio”.
ACI Prensa ha intentado contactar por diversos medios al Obispo de Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic Iglic, pero hasta el cierre de esta edición no ha obtenido su opinión sobre este caso.
Habla experto en derecho canónico matrimonial
Por su parte, el P. Miguel Ángel Ortiz, profesor de Derecho Canónico Matrimonial de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, aseguró que “no es posible celebrar un matrimonio cuando una de las dos personas es transexual”.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Ortiz señaló que “no se debe hacer tampoco ningún proceso de nulidad, dado que carecen de las condiciones y presupuestos del matrimonio, pues hay una diferencia de sexo: bastaría verificar la condición original masculina de los dos para asegurar que nunca habían estado casados. Y esto vale tanto en el caso de que una de las dos personas es un transexual en el que el cambio de sexo ha sido reconocido por nacimiento”.
El experto en derecho canónico matrimonial explicó que “la condición sexual no es un vestido que uno se pone o un rol que decides llevar a cabo o cambiar, o una situación determinada por una intervención quirúrgica externa: la condición sexual define la identidad de la persona”.
“El matrimonio presupone una diferencia sexual que una a un hombre y a una mujer, al mismo tiempo diferentes y complementarios”.
“Sobre la decisión del sacerdote de bendecir la unión en la iglesia, debo decir que los gestos de este tipo en realidad contradicen el propósito del próximo Sínodo sobre la Familia, que es el de presentar la belleza del matrimonio y de evangelizar la familia”.
En vez de hacer esto, lamentó el P. Ortiz, lo que hizo el P. Lamberti en Argentina es “una decisión que confunde a las personas”.
Sin embargo, el P. Ortiz destacó la importancia en estos casos “de la misericordia, pero la verdadera misericordia consiste no tanto en consentir a cualquier costo la elección de las personas, sino en ayudar a los fieles a vivir de acuerdo a la verdad”.
“No se debe juzgar a la persona, pero se puede definir una situación como irregular o desordenada. La Iglesia es madre y Maestra, y si se bendice una situación desordenada como aquella en la que un miembro de la pareja es transexual, la Iglesia deja de lado su rol de Maestra que enseña a vivir de acuerdo a lo que es bueno para la persona”.
El experto señaló que la bendición realizada por el P. Sergio Lamberti “trae confusión, ya que da una suerte de certificado de honorabilidad, como si fuera un ejemplo para proponer a los demás fieles”.
“Debemos recordar la Familiaris Consortio de Juan Pablo II, a la que entre otras cosas examina el Papa Francisco, se dice –hablando de la situación de los divorciados en nueva unión–, que estos no pueden ser juzgados, deben ser acogidos, pero su situación irregular, sin embargo, no puede ser bendecida, porque esto crea confusión en los fieles”, concluyó.
“Bendición” fue maniobra política del lobby gay
El presidente de la plataforma pro-familia ArgentinosAlerta, Martín Patrito, señaló a ACI Prensa que “con estupor y tristeza hemos contemplado la bendición realizada a unión antinatural entre una persona transexual y su pareja en la parroquia del Espíritu Santo por el sacerdote Sergio Alberto Lamberti, en un caso muy celebrado por los medios de comunicación”.
“Estamos ante otro caso en el que el homosexualismo político busca promover la aceptación social del ‘matrimonio igualitario’ aprovechando la confusión de un sacerdote que hizo oídos sordos a la declaración de su Obispo, a las enseñanzas de la Iglesia sobre la naturaleza del matrimonio y al orden natural”.
Patrito señaló que “no debemos ser ingenuos, estos casos mediáticos no involucran a gente común, sino a militantes que buscan activamente la promoción y aceptación social del mal llamado matrimonio homosexual”.
“En este caso, Luisa Lucía Paz (con cromosomas masculinos XY) es dirigente de amplia trayectoria de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina. La misma presidente Kirchner le entregó en sus manos el nuevo documento” que lo reconoce como mujer.
“Afirmar que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer no es una cuestión de homofobia o ‘prejucios’. Es simplemente reconocer el orden de la naturaleza frente a los experimentos ideologizados de ingeniería social que pretender igualar lo que no es igual. No seamos ingenuos”, dijo.
ACI Prensa intentó reiteradamente contactar al P. Sergio Alberto Lamberti sin obtener respuesta hasta el cierre de esta edición.
Etiquetas: Argentina, lobby gay, Familia, Matrimonio, Iglesia en Argentina, Matrimonio gay, Transexual
Publicar un comentario