Según informa la agencia vaticana Fides, la Comisión Justicia y Paz del Consejo de Obispos Católicos de Tierra Santa, emitió un documento en el que denuncia como motivaciones presuntuosas e ideológicas las medidas adoptadas en este sentido por el Gobierno de Israel.
El 16 de septiembre, el Ministro del Interior de Israel firmó la decisión de reconocer la identidad “aramea” como una identidad nacional distinta, que se añadirá en el registro de nacionalidad en el país. La decisión fue tomada especialmente para permitir que 200 familias cristianas se identifiquen como pertenecientes a las antiguas nacionalidades, por lo que se registrarán como “arameos” en vez de árabes en los documentos de identidad.
En el documento redactado el mismo 16 de septiembre por la Comisión Justicia y Paz de los Obispos Católicos de Tierra Santa, se denuncia como una operación artificial y de orientación política que pretende recuperar en el pasado remoto de los pueblos de Oriente Medio una identidad nacional separada, que se dará a los cristianos presentes en Israel.
“El idioma arameo –dice el documento de los obispos- fue la lengua de los judíos durante siglos. Es decir, hasta la reintroducción del hebreo, sólo a finales del siglo XIX. Los países árabes del Levante hablaron, a lo largo de la historia y de los siglos, el arameo, el griego y el árabe hasta la difusión definitiva del árabe”.
“Hoy en Israel somos árabes palestinos. Si este intento de separar a los palestinos cristianos de otros palestinos tiene por objeto proteger o defender a los cristianos, como afirman algunas autoridades israelíes –y el comunicado se dirige al gobierno israelí– declaramos: restitúyannos como primera medida nuestros hogares, nuestras tierras y nuestros pueblos que ustedes confiscaron. En segundo lugar, la mejor protección para nosotros es ¡déjennos con nuestro pueblo! Y la tercera cuestión es: la mejor protección para nosotros es que se emprenda seriamente el camino de la paz”.
El pronunciamiento episcopal también contiene un llamado “a algunos cristianos palestinos en Israel que apoyan esa idea”, y están dispuestos a reclamar la identidad nacional “aramea” para cancelar su arabismo y poder acceder así al servicio militar en el ejército israelí.
“No es bueno -dice el documento de los obispos- que hagan daño a su propio pueblo para satisfacer sus intereses personales del momento. Con este punto de vista, no hacen el bien, ni a ustedes mismos ni a Israel. Israel necesita cristianos a quienes Cristo dijo: 'Bienaventurados los pacificadores' y no los que desfiguran su propia identidad”.
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