¿Problemas para moderar el uso de Internet? Estos consejos de un santo te ayudarán

La escritora Susanna Spencer dio algunas claves para lograr la moderación en el uso de las redes sociales, en base a las enseñanzas sobre la templanza de un monje del siglo IV, San Juan Casiano.

En un artículo de National Catholic Register, Spencer señaló que mientras leía algunos libros en su tiempo libre encontró un pasaje de las conferencias de San Juan Casiano que le llamó la atención.

“Nunca pude deshacerme del todo de los incentivos a la glotonería. Porque, aunque reduzco la cantidad de comida que tomo a la menor cantidad posible, no puedo evitar la fuerza de sus solicitudes diarias, sino que debo ser perpetuamente ‘molestado’ por ella, y hacer pagos interminables para satisfacerlo continuamente y pagar un peaje interminable a su demanda”, indica el santo.

La escritora señaló que este relato sobre la batalla del monje contra la glotonería refleja la lucha diaria para tener autocontrol en el uso de las redes sociales y el Internet.

“Cuanto más he tratado de limitar mi uso de Internet, más me doy cuenta de que esta herramienta es una parte necesaria de mi vida”, lamentó.

Spencer indicó que el uso del Internet es fundamental para el trabajo, la educación de los niños desde casa, mantenerse al día sobre las noticias, hablar con parientes y amigos y hasta para la vida de oración.

En este contexto, la escritora resaltó que las enseñanzas de San Juan Casiano pueden dar consejos para moderar el uso de Internet y formar el hábito de la templanza.

1.- “Ayunar” de las redes sociales

La escritora indicó que San Juan Casiano recomendaba a los monjes el ayuno, las vigilias, la lectura espiritual, la conciencia del horror al pecado y el deseo de santidad para superar la glotonería.

Spencer señaló que este consejo se puede usar para el uso desmedido de Internet, al ayunar de los dispositivos electrónicos por ciertos días o momentos y aconsejó “tener vigilias de noches sin Internet, lectura espiritual y oración en lugar del uso de las redes sociales, tratando de tener un disgusto por las distracciones en línea, pero sobre todo construyendo un deseo de crecer en templanza y santidad”.

“Lo que uno hace debe basarse en la edad, la condición de vida y la salud. La templanza hacia algo que usamos todos los días requiere una vigilancia constante”, agregó.

2.- No dejarse vencer por las distracciones

Spencer indicó que el santo recomendaba a los monjes que “en ningún caso se dejará vencer por ningún manjar, ni tomará nada para comer o beber antes de que termine el ayuno y la hora adecuada para refrescarse”.

“De manera similar, cuando uno se esfuerza por usar bien el Internet, no debe dejarse vencer por las distracciones, no debe usarlo cuando no es el momento adecuado y evitar incluso el más mínimo ‘bocado’ de echar un vistazo a las redes sociales en el momento equivocado”, añadió.

3.- No use los accesos breves a Internet como un escape

“En la práctica, podría ser útil pensar en usar Internet de la misma manera que se piensa en las comidas. Una persona templada no toma un caramelo aquí y allá entre comidas durante todo el día, ni levanta su teléfono y revisa su correo electrónico, Instagram, Facebook, mensajes de texto, etc. cada vez que hay una pausa en el día”, indicó la escritora.

Spencer señaló que “incluso los accesos breves pero frecuentes a las redes sociales entorpecen mi mente por vivir en el presente. Lo uso para escabullirme de la vida hogareña y evitar leer y escribir”.

“La torpeza de mi mente se infiltra en mi vida de oración. Dejo de escuchar las lecturas de la Misa y no rezo con tanta atención. Y ahí es cuando sé que se ha vuelto un problema una vez más”, agregó.

4.- Usar las redes con un propósito específico

La escritora indicó que para usar Internet es bueno tener un “propósito específico” para así no tomar “pequeños bocados de redes sociales”, es bueno hacer “un nuevo plan, un nuevo conjunto de resoluciones” y pedir a Dios su ayuda.

Spencer señaló que ella establece momentos específicos donde usar las redes, como en las mañanas para ver el clima o los correos urgentes, o al final de su tiempo de trabajo, donde reserva “de 20 a 30 minutos para ponerme al día con el correo electrónico de ocio, las redes sociales y los artículos”.

5.- Orar para alcanzar la templanza

La escritora animó a orar por los cambios que se necesitan hacer para lograr la templanza en el uso de internet, y recordó que San Juan Casiano señalaba que “un suministro razonable de alimentos a diario con moderación es mejor que un ayuno intenso y prolongado a intervalos”.

“Un uso razonable con moderación será mejor para nosotros que un largo ayuno seguido de la glotonería de Internet. Entonces, luchamos con la ayuda de la gracia para encontrar el autocontrol que necesitamos. ¡Levantémonos unos a otros en oración para crecer en la virtud de la templanza!”, concluyó.

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