Por primera vez después de 54 años, los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa podrán celebrar la fiesta del Bautismo del Señor con una Misa en el lugar donde Jesús recibió el Bautismo en las orillas del río Jordán.
En 1932 la Custodia de Tierra Santa compró el terreno “Qasr al-Yahud”, que era un lugar visitado por peregrinos desde 1641. Años después, los franciscanos construyeron un convento con una pequeña iglesia llamada San Juan Bautista que fue confiada a los frailes de Jericó.
Sin embargo, en 1967 durante la guerra de los seis días, los franciscanos tuvieron que escapar y perdieron ese lugar de oración. Poco después, todo el terreno se convirtió en un campo minado por lo que se prohibió la entrada a peregrinos y turistas al tratarse de zona militar.
En el año 2000 se abrió un pequeño acceso con ocasión del viaje apostólico de San Juan Pablo II a Tierra Santa durante el Jubileo, pero después de la segunda intifada se volvió a cerrar.
Desde 2011 se realizó una larga operación de desminado en toda la zona y se eliminaron al menos cuatro mil minas.
Finalmente, hace tres meses los franciscanos recibieron nuevamente el convento.
Fiesta del Bautismo del Señor
En esta línea, después de más de 50 años, el domingo 10 de enero de 2021 una pequeña delegación celebrará allí la fiesta del Bautismo del Señor. Serán alrededor de 50 personas debido a las disposiciones de las autoridades por la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19.
La Misa se llevará a cabo a las 10:00 a.m. (hora local) y será presidida por el Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton, quien será acompañado, entre otros, por el Nuncio Apostólico en Jerusalén, Mons. Leopoldo Girelli.
Junto a los frailes, participarán también en la celebración algunos miembros del cuerpo diplomático presentes en la región.
El P. Ibrahim Faltas de la Custodia de Tierra Santa relató en una entrevista a Vatican News que “será una gran fiesta, un gran día” porque “después de 54 años, volvemos a celebrar la primera Misa” así que se trata de “un día histórico para nosotros”.
Después de la Misa, P. Faltas señaló que se llevará a cabo una bendición del convento que “una vez más es un lugar sagrado” por lo que supone gran “alegría para los franciscanos” y luego se llevará a cabo una procesión desde el convento hasta el río Jordán “precisamente en el lugar donde nuestro Señor Jesucristo fue bautizado”.
Por último, este franciscano de la Custodia de Tierra Santa reconoció que “el año 2020 fue un año difícil para todos debido a la pandemia y muchas otras cosas. Pero en lo que respecta a los franciscanos, podemos agradecer que este convento y el colegio de Alepo han vuelto a nuestra custodia”.
“Para el Medio Oriente significa que nunca debemos perder la esperanza. Nadie pensó que este monasterio podría volver a nuestra custodia. Para muchos era imposible. Siempre tenemos la esperanza, la confianza de que todo volverá a la normalidad. Estoy convencido de que un día veremos la paz en Tierra Santa”.
“Estamos trabajando con las ‘piedras vivas’ de la Tierra Santa, es decir, el pueblo, dándoles esperanza, la valentía para seguir permaneciendo en los lugares santos y esperando que el futuro sea mejor y haya paz porque lo que toda la gente de Oriente Medio quiere es ver la paz realizada en esta tierra”, concluyó.
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