La Biblioteca Apostólica del Vaticano estrenó un sitio web renovado que hace uso de la tecnología moderna para facilitar el estudio de los manuscritos históricos.
El sitio, con funciones de búsquedas mejoradas y un acceso más fácil a las reproducciones digitales de documentos, se lanzó a mediados de julio.
“Somos los bibliotecarios del Papa porque la biblioteca es suya y ha estado abierta por su deseo durante muchos siglos. Por lo tanto, queremos estar verdaderamente al servicio de nuestros visitantes con una herramienta moderna y actual que proporcione de inmediato lo que uno está buscando”, dijo a Vatican News Mons. Cesare Pasini, prefecto de la biblioteca.
Señaló además que “los gráficos evolucionan rápidamente en este tipo de comunicación digital y, por lo tanto, siempre hemos sido conscientes de que se necesitaba algo más fresco, más ágil y más intuitivo”.
El rediseño estuvo en proceso durante un tiempo, dijo Mons. Pasini, pero la actualización llega en un momento en que el acceso físico a las colecciones de la biblioteca es más difícil debido a las restricciones por el coronavirus.
“Especialmente en el período de emergencia de salud que estamos experimentando, en el que la movilidad de las personas es limitada y es más difícil para muchos ir directamente a la Biblioteca, este sitio abierto y comunicativo, rico y cautivador, quiere ser un importante lugar de acogida, colaboración y apertura”, señaló.
El sitio web de la biblioteca papal brinda a los investigadores y estudiantes acceso gratuito a manuscritos digitalizados de alta resolución, inventarios, materiales de archivo, monedas, medallas e incunables, que son libros impresos en Europa antes del siglo XVI.
Cualquier visitante del sitio web, no solo los académicos, puede examinar manuscritos y otras partes de la colección.
Mons. Pasini dijo que muchas personas primero “ingresan” a la biblioteca apostólica a través de su sitio web, “así que este debe ser el primer servicio que encuentre, estas deben ser las primeras cosas hermosas que puede mirar, tener curiosidad, investigar”.
Alguien que busca algo específico “aún puede disfrutar de estas mil culturas, mil idiomas que tenemos en nuestros tesoros en la biblioteca, en los idiomas históricos del mundo”, añadió.
En un área registrada del sitio web, los investigadores pueden enviar preguntas al personal de la biblioteca, utilizar una función de búsqueda más avanzada y enviar solicitudes de reproducciones fotográficas de documentos.
La forma moderna de la Biblioteca Apostólica del Vaticano se habría comenzado a gestar en el siglo XIV, aunque hay evidencia de que la Iglesia Católica ha conservado una biblioteca y un archivo desde el siglo IV.
Una bula papal en 1475 abrió la biblioteca y el archivo para que los estudiosos lo investigaran. El material de archivo se separó formalmente de la biblioteca a principios del siglo XVII y se confió a los Archivos Secretos del Vaticano.
El edificio que aún hoy alberga la biblioteca fue construido en la última parte del siglo XVI.
Según su sitio web, hoy la biblioteca del Vaticano “conserva más de 180.000 manuscritos (incluidas las unidades de archivo), 1.600.000 libros impresos, alrededor de 9.000 incunables, más de 300.000 monedas y medallas, más de 150.000 impresiones, miles de dibujos y grabados y más de 200.000 fotografías”.
La biblioteca está cerrada durante el período de verano, pero se volverá a abrir a investigadores calificados a mediados de septiembre.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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