Con motivo del 1º de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, las Conferencias Episcopales de Uruguay, Chile y Argentina enviaron sus oraciones y manifestaron su preocupación por la difícil situación económica por la que atraviesan estas personas a raíz del coronavirus COVID-19.
A través de una carta de la Pastoral Social Cáritas, firmada por el presidente de Cáritas Uruguay, Mons. Pedro Wolcan Olano, saludó, bendijo y alentó “la esperanza de quienes, con su trabajo manual, intelectual o artístico, colaboran en la co-creación -continua- del Dios de la Vida”.
“Este 1° de Mayo encuentra a los uruguayos hermanados en el dolor con todos los pueblos, en un momento inédito e inesperado de la humanidad y del planeta”, expresó el también Obispo de Tacuarembó.
“En apenas una semana, miles de trabajadores quedaron sin trabajo, pidiendo ser acogidos al seguro de desempleo, mientras, los muchos trabajadores informales se vieron aún más desprotegidos”, sostuvieron.
“Así nos encuentra este 1° de Mayo, en medio de la tormenta global, avizorando un futuro de gran crisis económica y social que exigirá -en este país de larga cultura democrática- la mayor responsabilidad y generosidad de todos, movimientos sociales y Estado, para que despunte un nuevo día, un nuevo mundo y una nueva humanidad”.
“Las grandes crisis pueden ser grandes oportunidades para el cambio de rumbo que parece hoy urgente. Apostamos a ello”, expresaron.
En ese sentido, el Departamento de Pastoral Social Cáritas sostuvo en la carta que “no estamos solos. Nos tenemos unos a los otros”, pero “los cristianos tenemos además otra certeza que funda nuestra esperanza última y que hoy queremos compartir junto con este saludo: Jesús Resucitó, Él Vive y rema con nosotros”.
A su turno el presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Mons. Arturo Fajardo reconoció la fatiga y esfuerzo de los trabajadores y oró a San José, Patrono de los Trabajadores que interceda “por todas las familias, que crezca la solidaridad, y que sean respetados los derechos en las distintas instancias laborales”.
En tanto la Pastoral Social Cáritas de Chile, a través de la Pastoral del Trabajo, manifestó en un mensaje su preocupación por las consecuencias del coronavirus en el país sureño, que “ha quitado uno de los últimos velos que le quedaba a un modelo social, cultural, ambiental y económico basado en la desigualdad, la desprotección y los abusos”.
En ese sentido, manifestó que las diversas medidas tomadas por las autoridades son adecuadas, pero a la vez “muy insuficientes”.
“La falta de trabajo y de una remuneración mensual segura, es aún más terrible para él (trabajador) y su familia, porque a ello hay que agregarle el encierro forzado (legítimo) al que es sometido, ya que ello le impide rebuscar formas que le permitan allegar algunos recursos para “parar la olla” para él y los suyos”.
A su turno, el Administrador Apostólico de Rancagua y Obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio González alentó a “vivir una generosidad fuerte con quienes puedan sufrir por estas circunstancias, colaborando en las campañas solidarias para poder llegar en ayuda de estas personas y sus familias”.
Desde la Iglesia en Argentina, el Obispo de Mar del Plata, Mons. Gabriel Mestre, saludó a los trabajadores y pidió a San José por “todos los trabajadores en su día, para que el Señor los bendiga, ilumine y acompañe” así como a los trabajadores del ámbito de la salud y de seguridad, “que están asumiendo las realidades sociales y sanitarias de esta pandemia”.
También la Federación de Círculos Católicos de Obreros (FCCO) conmemora el 80 aniversario de fallecimiento de su fundador, P. Federico Grote, “quien dejó un valiosísimo legado en favor de los trabajadores argentinos”.
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