El Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma, conocido como el Hospital del Papa, ha movilizado a sus recursos médicos para hacer frente a la epidemia del conocido como Coronavirus de Wuhan, que ya ha causado 6 muertes y más de 200 infectados en el norte de Italia.
El virus, identificado como COVID-19 o 2019-nCoV y que causa problemas respiratorios con riesgo de neumonía, se originó en el mercado de la ciudad China de Wuhan en diciembre de 2019, donde se comercializaba carne de animales salvajes sin ningún tipo de control sanitario.
La epidemia ha causado más de 2.500 muertos, la mayoría en China, y contagiados en numerosos países del mundo, entre ellos Italia. Especialmente alarmante está siendo también la situación en Irán y en Corea del Sur, donde el virus se ha introducido con gran virulencia.
En el caso concreto de Italia, la epidemia se descontroló a finales de la semana pasada cuando surgieron los primeros focos en las regiones de Lombardía y Veneto sin que las autoridades italianas fuesen capaces de identificar el modo en que apareció el virus y cómo se ha extendido.
Ante esta situación, la Presidente del Hospital Bambino Gesù, la doctora Mariella Enoc, explicó a los medios de comunicación este lunes 24 de febrero que en Lazio, aunque el hospital de referencia para las especialidades pediátricas es el Bambino Gesù, se ha decidido remitir los posibles casos de niños enfermos de COVID-19 al Hospital Lazzaro Spallanzani, también en Roma.
El motivo es que en el Hospital Bambino Gesù se trata a muchos niños enfermos de cáncer y con el sistema inmune más débil, por lo que la presencia de niños enfermos de coronavirus está desaconsejada.
Aunque, como señaló la doctora Enoc, no hay ningún niño diagnosticado de COVID-19, se ha decidido tomar medidas en previsión de que pudieran producirse casos. Para ello, el Bambino Gesù ha enviado personal sanitario, medicinas e instrumental médico al Hospital Lazzaro Spallanzani.
Precisamente, en este hospital se encuentran ingresados dos ciudadanos chinos diagnosticados de COVID-19, aunque se encuentran estables y uno de ellos ya está fuera de peligro.
Por lo tanto, “en vez de hacer venir a los niños al Bambino Gesù, que es un hospital donde hay casos muy delicados, toda la oncología, hemos preferido que el Hospital Bambino Gesù vaya al Spellanzani. Esto supone una colaboración muy fuerte que ha tranquilizado a todos los padres de los niños que están con nosotros”.
En cuanto a la reacción del Estado italiano ante la epidemia, la doctora Enoc afirmó que “se ha hecho lo que se podía hacer”.
“Este tipo de epidemias golpea, sobre todo, a las personas más inmunodeprimidas, a las personas con múltiples patologías, porque es evidente que basta con que una persona anciana con otros problemas contraiga una pulmonía para que el cuadro médico se agrave”, explicó.
De todos modos, confió “en que esta epidemia se frene. Se sabe que ya en China el pico está descendiendo. Toda enfermedad tiene un pico y después una caída, y nosotros estamos tranquilos”.
En concreto, pidió que no se politice la epidemia: “Pido que esta epidemia no se convierta en una cuestión política, porque no puede ser una cuestión política. Es una cuestión de salud, del bienestar de los italianos”.
Por último, hizo un llamado a poner todos los medios para evitar que el virus llegue al continente africano, “donde ciertamente todo lo que se está haciendo en Italia para unos pocos casos no sería factible”.
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