Al finalizar el rezo del Ángelus de este domingo 20 de octubre, el Papa Francisco animó a seguir el ejemplo del beato Alfredo Cremonesi para ser “operadores de fraternidad y misioneros valientes en todos los ambientes”.
El Santo Padre recordó que este sacerdote mártir, miembro del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras, fue beatificado el día anterior en la ciudad de Crema, al norte de Italia.
“Fue un incansable apóstol de la paz y un testigo celoso del Evangelio hasta el derramamiento de la sangre”, indicó el Papa quien animó para que “su ejemplo nos empuje a ser operadores de fraternidad y misioneros valientes en todos los ambientes”.
Además, el Santo Padre rezó para que la intercesión del nuevo beato “sostenga a quienes trabajan hoy para sembrar el Evangelio en el mundo”.
“¡Demos un aplauso todos juntos al beato Alfredo!”, exclamó el Papa a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
El beato Alfredo Cremonesi estudió en Crema y Milán. Partió en el año 1925 en barco desde Nápoles a las misiones birmanas, lugar en donde realizó su labor pastoral por 28 años.
En la ceremonia de beatificación, el Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Cardenal Angelo Becciu, señaló que en aquel entonces los misioneros se marchaban “y no volvían más o, si regresaban, era después de muchos años”.
“Eran hombres de Dios, personas que creían. Habían dado su vida por la difusión del Evangelio. Por eso, si en África o en Asia o en otros lugares tenemos cristianos lo debemos al sacrificio de estos hombres así de generosos”, dijo el Cardenal Becciu.
El beato Alfredo Cremonesi fue asesinado en el año 1953 en Birmania (hoy Myanmar), país que visitó el Papa Francisco junto a Bangladesh del 26 de noviembre al 2 de diciembre de 2017.
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