Los organizadores explicaron que a través de este retiro los participantes podrán enfrentar y cambiar las consecuencias que las heridas afectivas han ocasionado en su vida. “Aunque pareciera esto imposible, se hace posible si se tiene una mirada esperanzada y confiada en Dios, en su gracia y también en sí mismo”, indicaron.
Las distintas conferencias, talleres y retiros tienen como finalidad que los participantes “se abran a la reconciliación personal de distintas heridas afectivas, que se convierten en un obstáculo para la felicidad y vivencia de la virtud y de la vida cristiana de las personas”.
Por otro lado, la reconciliación de heridas afectivas es la tercera etapa de la psicoterapia de la reconciliación, que es desarrollada e impulsada por el Centro Areté.
“Es el núcleo del proceso de reconciliación personal donde la persona reconoce, acepta, perdona y reconcilia la herida afectiva que normalmente no lo deja avanzar en su vida cristiana y en la vivencia de la virtud en la cotidianidad”, expresó la magíster en Psicología Manuela Ruiz Arango, directora del área clínica del Centro Areté.
El programa está basado en el libro “Reconciliación de la Historia Personal”, de Humberto Del Castillo Drago, magister en Psicología.
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