El martes 4 de septiembre el Senado de Chile aprobó el proyecto de ley de identidad de género que permitirá el cambio de nombre y sexo en el registro civil a partir de los 14 años.
Ahora, la iniciativa aprobada por 26 votos a favor y 14 en contra, debe ser ratificada por la Cámara de Diputados, el último paso antes de ser ley.
El proyecto define la identidad de género como la “convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma, la cual puede corresponder o no con el sexo y nombre verificados en el acta de inscripción del nacimiento”.
Lo anterior, “podrá o no involucrar la modificación de la apariencia o de la función corporal a través de tratamientos médicos, quirúrgicos u otros análogos, siempre que sean libremente escogidos".
Según el proyecto, un menor entre 14 y 18 años de edad deberá tramitar la solicitud en un tribunal de familia y deberá contar con la aprobación de al menos uno de sus representantes legales. En caso de no contar con ello, debe pedir la intervención de un juez para proceder al cambio de nombre y sexo en el registro civil.
Una vez que el menor haga el cambio no podrá retractarse sino hasta que cumpla 18 años, la mayoría de edad en Chile.
En el caso de los mayores de 18 años, estos podrán realizar el trámite pero ya no podrán revocarlo aunque así lo deseen.
Javiera Corvalán, coordinadora legislativa de la corporación Comunidad y Justicia, aseguró que el proyecto tiene una serie de consecuencias y vacíos que no se contemplaron en el debate.
A modo de ejemplo, la abogada aseguró que si una mujer, con nombre y sexo registral de varón, recibe sanción penal no podría exigir ir a la cárcel de su sexo biológico.
De modo similar, también podrían presentarse complicaciones insalvables en las competencias deportivas por la disparidad física entre hombres y mujeres.
En conversación con ACI Prensa, la abogada aseguró que el lobby realizó una muy buena campaña mediática, a través de películas, charlas en colegios, entre otras acciones, lo que permitió cambiar la percepción negativa sobre el tema entre la población.
Sin embargo, alertó, de ser aprobada la ley “nos espera una batalla a nivel cultural en los colegios y en la familia principalmente”, lamentó Corvalán.
En concordancia con la abogada, el senador José García Ruminot manifestó que en este caso se han tratado “materias complejas que podrían generar mucho daño a las familias”.
Asimismo, el senador Juan Antonio Coloma afirmó que el proyecto es “profundamente dañino para Chile pues supone una visión antropológica que reemplaza la biología por la sicología”.
“Parece que lo masculino y femenino no pertenece a la naturaleza sino que podrían ser discursos normativos y que podrían modificarse”, aseguró.
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