El Arzobispo de Santiago de Chile, Cardenal Ricardo Ezzati, entregó un mensaje luego de conocerse este 28 de septiembre el decreto del Papa Francisco con el que dimitió del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, condenado por el Vaticano por abusos sexuales.
El decreto con fecha 27 septiembre de 2018 contempla la dispensa de todas las obligaciones clericales y entró en vigor desde el momento de su publicación. Karadima, de 88 años, fue notificado este viernes 28.
En su declaración, el Cardenal Ezzati destacó que, como sostiene el decreto, la decisión del Santo Padre ha sido “excepcional en conciencia, es decir, por motivos que tocan su ministerio de pastor y la responsabilidad que tiene en este ejercicio del ministerio de pastor”.
“Lo ha hecho por el bien de la Iglesia y en la Iglesia está todo el Pueblo de Dios, desde las personas que han sido víctimas y han sufrido de los abusos al bien de los fieles, que están llamados a caminar en rectitud de vida, y de los sacerdotes, que están llamados a caminar de acuerdo a los grandes valores de su vocación y en bien de la sociedad”, afirmó.
Al dirigirse a los fieles católicos de la Arquidiócesis de Santiago, el Cardenal Ezzati señaló que “estamos llamados a acoger esta determinación del Santo Padre, quienes creemos y somos parte de la Iglesia, con fe y fidelidad a la acción del Santo Padre”.
Esto debe ir acompañado de una “actitud de colaborar con la tarea propia de la Iglesia de reparar todo daño causado a las víctimas y también a todas las personas que han sufrido y sufren por este hecho”.
“También en vista de lo que es un camino que queremos que sea cada vez más transparente de acompañamiento de estas situaciones de formación para que no sucedan, para que justamente el ‘nunca más’ sea también realidad en nuestra Iglesia de Santiago”, concluyó el Cardenal Ezzati.
Caso Karadima
La investigación eclesiástica contra Fernando Karadima se inició en julio de 2010 y concluyó con el decreto dado a conocer el 16 de enero de 2011, donde fue declarado culpable de abuso sexual y se le impuso como pena el retiro a “una vida de oración y de penitencia, también en reparación de las víctimas de sus abusos”.
Se le condenó a la prohibición a perpetuidad del “ejercicio público de cualquier acto de ministerio, en particular de la confesión y de la dirección espiritual de toda categoría de personas”.
Karadima tomó residencia en el convento de las Siervas de Jesús de la Caridad, en la comuna Providencia (Santiago), pero por razones de salud fue trasladado hace un año al Hogar de Ancianos San José, en la comuna de Lo Barnechea.
El 28 y 29 de abril de este año tres víctimas de Karadima se reunieron con el Papa Francisco en el Vaticano. Los asistentes señalaron que “el Papa nos pidió formalmente perdón a nombre propio y a nombre de la Iglesia universal”.
En junio, el Pontífice volvió a reunirse con otras víctimas de Karadima, esta vez cinco sacerdotes y dos laicos, a quienes también pidió perdón.
Demanda contra el Arzobispado de Santiago
En 2015, Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton, las tres víctimas de Karadima, presentaron una demanda por “daño moral” contra el Arzobispado de Santiago y solicitaron una indemnización de 450 millones de pesos (unos 640 mil dólares) además de una disculpa pública por parte de la Iglesia por el presunto encubrimiento de los abusos.
En marzo de 2017, tras una investigación y más de 30 declaraciones realizadas, la justicia chilena determinó que no hubo encubrimiento del Arzobispado, por lo cual rechazó la demanda.
Las víctimas apelaron a la resolución y en la actualidad la demanda está siendo revisada en segunda instancia en la Corte de Apelaciones.
El 6 de septiembre de 2018, el Arzobispado de Santiago de Chile solicitó a la Corte de Apelaciones que se envíe un exhorto a la Secretaría de Estado del Vaticano para que entregue todos los antecedentes sobre los abusos perpetrados por Fernando Karadima.
“Esta petición busca contar con toda la información que ayude a esclarecer la verdad de los hechos”, informó el Arzobispado en su comunicado.
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