El segundo y último día del viaje del Papa Francisco a Irlanda, el santuario de la ciudad de Knock recibió la visita del Pontífice, quien acudió a rezar en él antes de la Misa de clausura del Encuentro Mundial de las Familias.
A las 7,40 hora local, el Papa se trasladó al aeropuerto de Dublín desde la Nunciatura Apostólica, y llegó a Knock a las 9,20.
Inmediatamente, se trasladó hasta este santuario que acoge cada año a más de un millón y medio de peregrinos.
A su llegada, desde el papamóvil Francisco saludó a los fieles congregados y fue recibido por algunas autoridades eclesiásticas y civiles.
Una vez dentro del santuario, en el Capilla de las Apariciones, en la que se reunieron unos 200 fieles, fue acogido por el Rector del santuario. Después de un tiempo reservado al recogimiento y a la meditación silenciosa ante la imagen de la Virgen, el Papa ofreció un Rosario de oro y se desplazó hasta un pequeño podio en la explanada para recitar el Ángelus.
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