El Obispo de Montelibano en el departamento de Córdoba (Colombia), Mons. Luis José Rueda Aparicio, afirmó que buscar la santidad en el trabajo permite darle sentido a “todo lo que hacemos”.
En un artículo publicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en ocasión del Día del Trabajo y de San José Obrero, el Prelado afirmó que “la búsqueda de la santidad en el trabajo de cada día, le da unidad y sentido a todo lo que hacemos”.
Esto, continuó, también “nos renueva en la motivación para recomenzar las tareas aunque sean duras y nos quita la tentación de pensar que lo más importante del trabajo es la parte económica”.
Mons. Rueda destacó asimismo que “cuando las personas descubrimos que el trabajo nos santifica, entonces todo lo que hacemos se convierte en una ofrenda agradable a Dios, nos disponemos a mejorar cada día, a tratar a los compañeros de trabajo con responsabilidad y fraternidad”.
El Obispo manifestó luego su “asombro viendo la diversidad de labores que el ser humano realiza, veo en ellas la prolongación de la obra creadora de Dios Padre. El tallador de madera que hace una obra en el taller de su casa, la enfermera que sutura una herida, el conductor del autobús, la tejedora que elabora una ruana, el hornero del pan, la vendedora de rosas, el reciclador, la trabajadora doméstica, el cultivador de café, el empleado de la fábrica de cemento, la presentadora de noticias”.
“Vivo en medio de trabajadores hombres y mujeres, de diversas razas, algunos son jóvenes aprendices otros son mayores, unos con la esperanza de una jubilación otros sin esa posibilidad, algunos son clasificados como trabajadores formales otros son llamados informales. Son hombres y mujeres que se ganan el pan de cada día con el trabajo que realizan”.
El Obispo de Montelibano recordó luego que “el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica titulada ‘Alegraos y regocijaos’, nos recuerda que todos estamos llamados a la santidad, y que el trabajo de cada día es el instrumento y el lugar donde hombres y mujeres podemos vivir la santidad”.
Para concluir, el Prelado recordó la oración que propone este 1 de mayo la liturgia de la Iglesia: “Dios nuestro, creador del universo, que has establecido que el hombre coopere con su trabajo al perfeccionamiento de tu obra, haz que, guiados por el ejemplo de San José y ayudados por sus plegarias, realicemos las tareas que nos asignas y alcancemos las recompensas que nos prometes”.
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