Se cumplen 3 años del atentado que el grupo terrorista islámico Al Shabab cometió en Jueves Santo en la universidad de Garissa (Kenia) en el que fallecieron 147 jóvenes cristianos que estaban rezando en la casa de estudios.
Los terroristas irrumpieron en el campus a primera hora de la mañana del 2 de abril de 2015, Jueves Santo, con armas de gran calibre, y tomaron como rehenes a estudiantes y profesores.
Sin embargo, los musulmanes fueron liberados y los cristianos permanecieron retenidos, y 140 de ellos asesinados.
Varios medios reportaron el testimonio de jóvenes supervivientes a la masacre de los extremistas.
Reuben Mwavita, estudiante de 21 años, explicó que tres de sus amigos “se arrodillaron frente a los milicianos, rezando a Jesús”. Los terroristas asesinaron a estos jóvenes con una ametralladora.
Otro joven aseguró: “Estaba rezando con ellos (sus amigos) cuando escuchamos los disparos y dos jóvenes armados y con capuchas irrumpieron. Yo pude escapar porque estaba cerca de la puerta posterior. Escuché a mis amigos orar e invocar el nombre de Jesús. Otros gritaban”.
“Mataron a mis amigos, pero sé que todos están en el paraíso porque murieron rezando a Dios”, afirmó el joven cuyo testimonio se recogió en Avvenire, el diario del episcopado italiano.
Una joven, Cynthia Cheroitich, estudiante cristiana de 19 años sobrevivió a la masacre al esconderse en un armario de su dormitorio.
Según relató, la joven escuchó a los terroristas de Al Shabab que solo liberarían a los que sabían “leer como musulmán”.
Cynthia permaneció escondida durante dos días y, según relató a CNN, bebió loción para el cuerpo para hidratarse.
Este ataque de Al Shabab fue una represalia a la presencia de tropas keniatas en Somalia, país donde el grupo terrorista quiere imponer la ley islámica.
Como respuesta al atentado la Fuerza Aérea de Kenia bombardeó dos bases de Al Shabab en el sur de Somalia.
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