El Purpurado hizo esta afirmación en entrevista concedida al sitio web en italiano In Terris sobre el caso de Alfie Evans, el niño de 23 meses que lucha por su vida en un hospital de Inglaterra. El 23 de abril el pequeño fue desconectado del soporte vital y tras sobrevivir durante unas nueve horas, volvió a recibir oxígeno e hidratación.
El Cardenal Sgreccia explicó que “la dignidad de la persona se mantiene en cada fase de la vida, ya sea cuando está sana o cuando se encuentra a punto de morir. Sin embargo, es el beneficio económico lo que prevalece. Se deja morir a una persona porque la asistencia tiene un costo: se deja morir para ahorrar”.
En su opinión, el caso constituye “un ataque a la institución familiar, pero todo nace del estatismo. Eso nos hace estremecer cuando suscita el recuerdo de lo que han hecho en la historia los regímenes totalitarios”.
“Ese mismo estatismo está presente aún hoy, con una diferencia respecto al pasado: es cultivado y presentado con un aspecto humanizado. Parece que no nos avergonzamos de ese estatismo que decide con su imperio, por meros motivos económicos, se cierre el acceso a la alimentación y se niegue los cuidados paliativos a un niño enfermo”, señaló.
Indicó que esto ocurre porque “hemos adoptado una visión basada en un principio economicista de la vida, que es contrario a los ancianos necesitados de asistencia, los niños enfermos, y los niños que tienen el derecho a crecer con el afecto de una familia”.
Lo que sucede con Alfie, explicó, es que ha sido considerado “una cosa. Y una cosa, se sabe, cuando ya no se le quiere, se desecha. Así como se ha desnaturalizado el concepto del amor, que ha dejado de ser considerado como una integración entre dos personas y ahora es una forma de aprovechamiento. Cuando ya no rinde desde un punto de vista económico, se cancela de modo brusco”.
El Cardenal destacó que se puede hacer frente a esta realidad “con la educación, que hoy ha desaparecido. En la escuela, por ejemplo, el término educación ha sido sustituido por el de instrucción. No es la misma cosa”.
“Durante el fascismo la educación en las escuelas estaba sujeta al régimen. Hoy se verifica el mismo proceso, pero viene camuflado con la laicidad. Es necesario educar a los jóvenes, con el ejemplo, para decir no a tal estatismo, al pensamiento relativista que aparece dominante”, agregó.
El Purpurado dijo luego que “hay esperanza siempre que haya voluntad”. Indicó que “los verdaderos actores de la historia son las personas, que viven los problemas en su propia piel, no debemos olvidarlas. El cristianismo ofrece todos los recursos para detener este camino furtivo hacia una dictadura, solo basta redescubrirlos”.
El 24 de abril el Tribunal Supremo de Inglaterra negó por tercera vez el recurso de amparo de los padres de Alfie Evans, y rechazó la posibilidad de trasladar a su hijo a Italia para que reciba tratamiento médico.
Alfie tiene 23 meses de edad y está hospitalizado desde diciembre de 2016 en “estado semi-vegetativo” debido a una condición neurológica degenerativa desconocida.
Por el momento, Alfie permanece en el hospital Alder Hey en Liverpool. Los médicos le retiraron el soporte vital después de las 9:00 p.m. del 23 de abril. Sin embargo, en lugar de perder la vida, el pequeño comenzó a respirar por sí mismo. Luego de aproximadamente nueve horas, se le volvió a suministrar hidratación y oxígeno.
El lunes 23 Italia le concedió la nacionalidad al pequeño y, según informó la agencia Efe, este país tiene un avión listo con un equipo médico para viajar a Liverpool y trasladarlo a Roma e internarlo en el hospital Bambino Gesú, que depende del Vaticano.
En varias ocasiones el Papa Francisco ha expresado su preocupación por Alfie Evans, además recibió en el Vaticano a su padre Thomas para expresarle todo su apoyo.
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