Medios locales informan que el ataque contra los sacerdotes ocurrió esta mañana en la Cuasi-Parroquia St Ignatius, en la localidad de Ukpor, en el estado de Benue.
El Director de Comunicaciones de la Diócesis de Makurdi, P. Moses Iorapuu, confirmó que los sacerdotes Joseph Gor y Felix Tyolaha fueron asesinados por hombres armados que pertenecerían a la etnia nómade fulani.
Algunos medios locales informan que, además del ataque en la iglesia, los desconocidos habrían quemado casas y destruido campos de cultivo. Además fueron asesinadas al menos a otras 15 personas cuando volvían de la iglesia a sus hogares.
Ante estos graves hechos, la Diócesis de Makurdi pidió a las autoridades que actúen para evitar que la violencia continúe en el valle de Benue; sin embargo, hasta el momento las autoridades no se habrían pronunciado.
El P. Iorapuu dijo que “los ataques a los sacerdotes son un ataque a todo lo que defendemos y creemos”.
Añadió que la diócesis está proporcionando comida y ayuda a los desplazados por la violencia que asola al estado de Benue, ubicado en el centro sur del país.
Hace unos días también fueron asesinadas diez personas en Guma, en el estado de Benue. Además fueron quemadas varias casas por presuntos miembros del ejército.
En los últimos tiempos la violencia en esta región de Nigeria se ha incrementado a causa de la disputa de tierras entre los fulani y los granjeros locales, ocasionando numerosos muertos y heridos.
La Diócesis de Makurdi propuso a sus fieles rezar la siguiente oración para detener la violencia que azota a la región:
Oh Dios de todo consuelo que nunca abandonas a tus hijos
especialmente en este momento de necesidad.
Hace mucho cuando tus hijos clamaron por tu ayuda en Egipto
los liberaste de la esclavitud.
Cuando estaban rodeados de naciones hostiles en la Tierra Prometida
nuevamente los protegiste y les diste seguridad.
Nosotros tus hijos clamamos por tu ayuda y protección
en nuestro momento de persecución y tribulación.
Estamos tristes por la violencia y el baño de sangre que se da en nuestra tierra.
Nuestras granjas, casas y medios de subsistencia están siendo destruidos.
Nuestros hijos ya no van a la escuela y los enfermos no tienen quien vele por ellos.
No tenemos a quien acudir sino a Ti.
Señor, rezamos por tu misericordia y compasión.
Sé nuestro cobijo y refugio.
Danos buenos líderes.
Protege a nuestras familias, hogares, iglesias, pueblos y comunidades ante los invasores.
Danos paciencia, amor y corazones de perdón para no buscar venganza.
Restaura la seguridad y la paz en nuestros corazones, familias, diócesis, estado y país.
Para que todos tus hijos vivan en libertad, paz y felicidad.
Te pedimos esto por Cristo nuestro Señor. Amén.
Nuestra Señora de la paz. ¡Ruega por nosotros! (3 veces).
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