BUENOS AIRES, 23 Ago. 16 / 10:13 pm (ACI).- Dos expertas denunciaron la manipulación política en el caso de “Belén” seudónimo dado a Sofía Soledad Sánchez, una joven argentina que asesinó a su hijo de 32 semanas nacido vivo en 2014 y que salió en libertad el pasado 18 de agosto luego de estar con prisión preventiva durante 25 meses en el penal de mujeres, ubicado en Banda del Río Salí, Tucumán.
El 19 de abril de 2016, el tribunal integrado por Dante Ibáñez, Néstor Macoritto y Fabián Fradejas, condenaron a “Belén” a ocho años de cárcel por homicidio agravado por el vínculo mediando circunstancias extraordinarias de atenuación.
Sin embargo, la sentencia fue apelada por la abogada defensora de “Belén”, Soledad Deza, quien pertenece a la Asociación Católicas por el Derecho a Decidir. De esta forma, la Corte Suprema de Justicia ordenó el cese de la prisión, luego de estimar que la joven en libertad, no entorpecería la investigación.
María Inés Franck, miembro del Centro de Bioética, Persona y Familia de Argentina comentó a ACI Prensa que la Corte debe resolver si anula o no la condena de ocho años de prisión y para ello es necesario “determinar exactamente todas las circunstancias del caso y el grado de culpabilidad de ‘Belén’. Claro está: aborto no fue”.
En su opinión, la abogada manifestó “no despreciar las atenuantes porque si bien la primera víctima es el niño que perdió la vida, a veces también la mujer es víctima del sistema, de la cultura de la muerte, de los medios y de los mismos grupos que presionan y toman el caso como bandera y no la dejan en paz”.
Franck aseguró que existe “una gran presión. Una de las estrategias de estos grupos es tomar cualquier caso que parezca a aborto y decir ‘¿Ven? Es necesario una ley de aborto, hay que legalizarlo’”.
De la misma forma, Olga Muñoz, presidenta de Familias del mundo unidas para la Paz (Fampaz), opinó que en este “extraño caso” hubo lobby internacional, incluso una marcha nacional, con el objetivo de hacer “presión sobre los medios de comunicación para ir acercando propuestas de aborto, sensibilizando a la población que no sabe, que no conoce el detalle de lo ocurrido”.
“Estamos siendo invadidos por la cultura de muerte, como lo llamó San Juan Pablo II, que no tiene reparos de enfrentarse con la corte, los jueces, los médicos, las enfermeras, las pruebas y sólo persiguen la liberación del aborto en un país, donde hasta en el nuevo Código se ratificó la defensa de la vida desde la concepción y el mismo presidente (Macri) se proclamó defensor de la vida desde la concepción”, expresó Muñoz.
La también fundadora de la Marcha de los Escarpines explicó a ACI Prensa que los mismos jueces del caso manifestaron la “politización” del tema ya que por ejemplo la defensa de Belén cambió la versión diciendo que fue un “aborto espontáneo”.
También, dijeron ignorar por qué la acusada pasó a llamarse “Belén” siendo que es mayor de edad, el debate fue oral y público y no fue víctima de delitos sexuales.
Por otra parte, Muñoz destacó que los movimientos feministas “lograron” que se considerara la falta de “confidencialidad” o “secreto de profesión médica” como invalidante del proceso. Sin embargo, los jueces aclararon que “Belén” nunca manifestó querer un aborto, ella sólo mencionó cólicos y diarrea; no hubo confesión de un hecho ilícito, ni por lo tanto, violación del secreto profesional.
Muñoz comentó que el término “confidencialidad” lo escuchó por primera vez en las discusiones del documento preparatorio de la Conferencia de la Mujer de Pekín, 1995. “Desde entonces viene avanzando e introduciéndose en las leyes de Latinoamérica de la mano de grupos de feministas radicales que quieren el aborto legal y gratuito, como las Católicas por el Derecho a Decidir que presentaron el noveno proyecto de aborto en el Congreso de la Nación Argentina”.
“Esperemos que los propios ciudadanos sepamos ser barrera de contención, ante quienes intentan destruir hasta a la propia justicia en aras de sus caprichos circunstanciales (…) Imponer la voluntad de unos pocos en detrimento de las leyes establecidas por una sociedad, es lastimoso a los ojos de Dios y de los hombres, más aún si lo que se buscas es la muerte de un inocente indefenso”, concluyó Muñoz.
Luego que Sofía Soledad Sánchez, alias “Belén”, quedó en libertad, los trabajadores del Hospital Nicolás Avellaneda, lugar donde sucedió el caso, realizaron un abrazo simbólico a la institución con el objetivo de apoyar a los médicos de turno de la madrugada del 21 de marzo de 2014.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 20 de agosto de 2015
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