Esta santa nació en Aitona, Lérida (España) el 9 de enero de 1843 en una familia profundamente cristiana. Una de sus hermanas fue Hija de la Caridad en un hospital de la Habana (Cuba) y otra se incorporó a la Congregación que Teresa fundó. Tres de las hijas de su hermano también ingresaron en la orden religiosa.
Teresa de Jesús Jornet e Ibars estudió para maestra en la ciudad de Lérida. Pero sintió la llamada a la vida religiosa, por lo que ingresó en el monasterio de las clarisas de Briviesca en Burgos (España). Sin embargo, debido a la complicada situación política que atravesaba el país a mediados del siglo XIX, no pudo realizar los votos.
Por eso decide hacerse carmelita terciaria y dedicarse a la enseñanza. Posteriormente, Teresa pasó por casualidad por Barbastro, Huesca (España) donde un grupo de sacerdotes encabezados por el Beato Saturnino López Novoa se dedicaban al cuidado de ancianos abandonados.
Teresa ve en esa actividad la manera de colmar el deseo de entrega al Señor en los demás. Poco después, el 11 de octubre de 1872 llegó Teresa Jornet a Barbastro, (Huesca) acompañada de su hermana María y de la amiga de ambas, Mercedes Calzada, a unirse a las primeras aspirantes que desde la tarde del 3 de octubre de 1872, dirigidas por el Beato Saturnino López Novoa y ayudado eficazmente en estos primeros pasos por varios sacerdotes y religiosos, las jóvenes aspirantes inician la primera etapa de su formación.
Teresa fue nombrada superiora del grupo, y el Beato Saturnino López Novoa le entrega oficialmente las constituciones, que ella recibe como un designio de Dios.
Unos meses más tarde, el 27 de enero de 1873, con la vestición del hábito de hermanitas de aquel grupo de 10 jóvenes en la iglesia del seminario de Barbastro (Huesca), quedará registrado en la historia como la fecha de fundación de la Congregación de Hermanitas de los Ancianos Desamparados.
En mayo de 1973 llegan junto con el Beato Saturnino López a Valencia (España) solicitadas por la Asociación de Católicos de la ciudad y comienzan su trabajo de ayuda a los ancianos en mayor necesidad.
Teresa de Jesús Jornet e Ibar fue superiora general hasta su muerte en Liria, Valencia el 26 de agosto de 1897, cuando tenía 54 años.
La espiritualidad de esta Congregación es acoger a los ancianos más pobres en un ambiente de familia para poder atender todas sus necesidades tanto materiales, como espirituales. En palabras de Santa Teresa Jornet: “Cuidar los cuerpos para salvar las almas”.
Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibar empleó toda su vida al servicio sin descanso de los ancianos desamparados. Fue canonizada por el Papa Pablo VI en 1947.
Actualmente las Hermanitas de los Ancianos Desamparados tienen 204 hogares en 19 países, entre ellos Filipinas, Mozambique, Guatemala y Paraguay.
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