'La Sábana Santa es un rastro que ha dejado Dios en este mundo'

Entrevista al Dr. Juan Francisco Sánchez Espinosa sobre la Síndone de Turín, una tela muy singular para toda la Cristiandad

Madrid, 06 de mayo de 2015 (ZENIT.org) Juan Francisco Pacheco Carrasco | 0 hits

Este año se cumplen 200 años del nacimiento de San Juan Bosco, santo turinés por excelencia. Con este motivo tiene lugar una nueva ostensión de la Sábana Santa o Síndone en la catedral de Turín.

Juan Francisco Sánchez Espinosa es médico en un hospital español de la provincia de Ciudad Real; además pertenece a la Sociedad Española de Sindonología. Desde hace varios años se ha dedicado al estudio de la Sábana Santa además de recorrer distintos puntos geográficos como conferenciante sobre esta tela tan singular.  

A continuación la entrevista que el Dr. Sánchez Espinosa concedió a ZENIT.

                                                                                                                  ***

¿Qué es la Sábana Santa?
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Se trata de una sarga funeraria. Algunos autores afirman, por los distintos tipos de estudios que se han hecho, que su origen data desde el siglo I al -I a. C. por el tipo de estructura que tiene en Z. Curiosamente no siempre ha medido lo mismo porque a lo largo del tiempo se ha ido agrandando por las distintas superposiciones que se han realizado para dar más sustento a la tela. Sus medidas actuales son de, aproximadamente, 4,36 x 1,10 m. Fruto del vocablo griego “síndon”, que significa lienzo, proviene la palabra actual con la que se le conoce a la Sábana Santa o “Síndone” de Turín. Y la sindonología es el estudio de esta tela tan singular para toda la Cristiandad.

¿Qué es lo que se advierte en la “Síndone”?
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Se ve una imagen dorsal y frontal de un hombre que ha sido ajusticiado y muerto mediante la crucifixión. Se advierten múltiples heridas diseminadas por todo el tórax, el abdomen, miembros superiores e inferiores de lo que parecen ser latigazos; lesiones en la cabeza, más de 600 heridas. Y también se advierten heridas de transfixión en las muñecas y los pies.

¿Cómo describiría la imagen que podemos ver en la Sábana?
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Es una imagen muy difuminada; necesitas estar a más de metro y media de distancia para poder visualizarla. No se sabe dónde comienza y dónde acaba. Es una imagen que se ha formado en la superficie del lino de 4 ó 5 micras de profundidad por una deshidratación de la celulosa del lino; no existe ningún resto de pigmento como se ha demostrado en una de las investigaciones realizadas en 1978. Es algo extraordinario porque con toda la tecnología del siglo XXI no somos capaces de saber realmente cómo se formó. Algunos hablan de ella como la imagen imposible porque no tiene explicación científica.

Curiosamente también aparecen restos sanguíneos en la Sábana Santa, ¿qué explicación puede existir?
-- Es curioso que la sangre es previa a la formación de la imagen. Y resulta curiosísimo porque se ha rascado en algunas partes y se ha comprobado que no hay imagen. Por tanto podemos concluir que la imagen se formaría después de la sangre incrustada en el lienzo. Lo que sabemos es que se trata de sangre del grupo AB. Hacia un 16 por ciento de la población semítica o hebrea posee este tipo de sangre. Y curiosamente, también la sangre detectada en el Santo Sudario de Oviedo es del grupo AB. Un detalle importante es que en la sangre aparece una gran cantidad de bilirrubina y eso se da cuando la muerte es por estrés.

¿Por qué podemos decir que la Sábana Santa es un negativo fotográfico?
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: El primero en advertirlo es el fotógrafo italiano Secondo Pía en 1898. Algunos estudios hablan que esta imagen se pudo producir por una radiación ortogonal; es decir que sale verticalmente del cuerpo y produce la imagen. Es como si el cuerpo hubiera emitido una radiación; pero, realmente, no se sabe exactamente cómo pudo ser.

En 1988 tuvo lugar la prueba con el carbono 14 y algunos opinan que esa investigación no es determinante para saber con exactitud la antigüedad de la tela.
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Esa prueba tiene una fiabilidad del 67 por ciento y lo único que hace es medir el número de átomos carbono 14 que existen en ese organismo. El carbono se genera por los rayos cósmicos que forman el nitrógeno

Dieron 4 muestras de la Sábana pero todas las cortaron del mismo trozo. Y era el trozo de lo que se ha llamado el “remiendo fantasma” porque ahí existen mezclas. Aquí tenemos un error de investigación porque lo lógico hubiera sido tomar varios trozos de distintas partes de la Sábana Santa.

Cuando se habla de la Edad Media como la época de origen de la Síndone se debe a que en las muestras dadas a las universidades que investigaron aparecía tejido del Medievo entremezclado con el tejido original; es lo que ha venido a llamarse entretejido francés y se trata de algodón teñido.

¿Qué aspectos de la imagen resaltaría desde el punto de vista médico?
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Es una imagen que me dice el tipo de muerte que tuvo ese hombre; que tuvo un sufrimiento brutal, que sufrió transfixión en las muñecas y los pies. Eso tuvo que ocasionar un dolor horroroso porque probablemente tocó el nervio mediano; de ahí que haya un desplazamiento del dedo pulgar hacia dentro.

Por otro lado se evidencian más de 600 lesiones que debieron producir al hombre de la Síndone un sangrado brutal con una pérdida de sangre muy grande. Se evidencian lesiones de latigazos compatibles con el “flagrum taxilatum” que era una especie de látigo formado por cintas de cuero terminadas en los llamados “taxil” que estaban formados por trozos de hueso o de plomo que se clavaban en la carne; de hecho hay trozos de músculo que se han recogido de la Sábana, en la zona de la espalda de la imagen. Debió ser una paliza brutal. Ese tipo de tortura podía destrozar la musculatura intercostal, lesionar órganos internos, etc.

Algunos estudiosos también hablan del polen como una prueba más de que la Síndone procede de Jerusalén.
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Efectivamente porque a partir de los estudios que se han llevado a cabo se ha descubierto que muchas muestras de polen incrustadas en la tela proceden del área de Jerusalén. Y concretamente se han encontrado cuatro o cinco especies que son propias del área del Mar Muerto y de Jerusalén.

De ahí que algunos investigadores judíos de la Universidad Hebrea de Jerusalén, como Uri Baruh, concluyan que la Sábana estuvo en Jerusalén: en primavera y hace aproximadamente 2000 años.

¿Es un milagro la Sábana Santa?
-- Juan Francisco Sánchez Espinosa: Para mí sí es un milagro. Creo que Dios deja rastros a lo largo y ancho de este mundo y uno de ellos es la Sábana Santa porque no hay explicación científica.

La Sábana Santa te interpela en tu vida porque si la Sábana Santa es verdad que habla de Jesucristo muerto y resucitado, lo que dice la Iglesia también es verdad y por tanto debes cambiar tu vida y si no te interesa cambiar tu vida no te interesa oír esto.