En declaraciones a ACI Prensa, el Caballero Supremo, Carl Anderson, señaló el 20 de noviembre que “tenemos decenas de miles de refugiados en esta área (norte de Irak), que han tenido que dejar sus hogares a punta de pistola. Muchos de ellos están durmiendo al aire libre, en pasillos. Tres, cuatro familias juntas en una escuela cristiana. Y el invierno está llegando”.
En ese sentido, dijo que “tenemos que proveerles algo sobre una base más permanente porque esto no será resuelto en los próximos meses o tal vez incluso en los próximos años”. “Lo que no queremos que suceda es que la gente nazca y muera en los enormes campos de refugiados, como está pasando con los palestinos, por ejemplo. Por ello es importante que tomemos alguna acción”, añadió.
La construcción de las casas “puede comenzar tan pronto como el próximo mes”, indicó el sitio web de los Caballeros de Colón. Más de 100.000 cristianos han huido de sus hogares en la región de Mosul, en el norte de Irak, luego que el Estado Islámico los forzara a salir en julio. Muchos de los habitantes han dejado la mayoría o todas sus pertenencias y ahora como refugiados viven en tiendas de campaña o escuelas.
La Iglesia ha sido la única fuente de ayuda para los refugiados ya que el gobierno iraquí no ha hecho nada, señaló en octubre a ACI Prensa un miembro de la organización de ayuda internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN).
Con 1,8 millones de miembros en diferentes países, los Caballeros de Colón son la orden fraterna católica más grande del mundo. El 19 de noviembre anunciaron que donarían más de dos millones de dólares para ayudar a los refugiados iraquíes y sirios que huyen de la violencia –no solo cristianos, sino también de otras minorías religiosas-, para proveerles de casas permanentes en la Arquidiócesis católica caldea de Erbil, que es la capital del Kurdistán iraquí.
Los Caballeros de Colón recaudaron 1.7 millones de dólares entre sus miembros individuales, consejos locales y otras donaciones desde agosto, sobre la base de un millón de dólares con los que el fondo comenzó. El dinero llegó junto con oraciones por los refugiados, indicó Anderson. El fondo continúa abierto para quien desee seguir donando.
Junto a la fondo para vivienda, el Fondo de Ayuda para los refugiados de los Caballeros de Colón están enviando 200.000 dólares ayuda a la Arquidiócesis católica greco-melquita de Alepo (Siria). Anderson enfatizó que los cristianos tienen derecho a vivir en la región que han habitado por miles de años. Asimismo, recordó que esta gente “habla la misma lengua que habló Jesús”.
La acción de los Caballeros de Colón es una respuesta al llamado del Papa Francisco de “globalizar la caridad” hacia los migrantes en todo el mundo, afirmó Anderson y señaló que en su experiencia la gente quiere “permanecer en sus casas si pueden. Las poblaciones emigran porque es imposible permanecer en su tierra. Por eso tenemos que hacer posible que encuentren una manera de resolver estos problemas”.
En ese sentido, dijo el pasado 19 de noviembre, “estas nuevas viviendas son signos de esperanza que permitirán a esta comunidad comenzar a florecer una vez más”.
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