Dos imágenes bíblicas que muestran a Cristo como Rey del Universo articularon la enseñanza del Papa Francisco en la Misa que celebró en San Pedro del Vaticano este domingo 21 de noviembre en la Solemnidad de Cristo Rey, día que la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Juventud en las diócesis de todo el mundo.
La primera imagen procede del Libro del Profeta Daniel y muestra a alguien parecido a “un hijo del hombre” que viene de entre las nubes del cielo a quien “se le dio el poder, la gloria y el reino” y al que “todos los pueblos, naciones y lenguas lo servían”. Su poder “es un poder eterno” y “su reino no será jamás destruido”.
Esa imagen, retomada después por el apóstol San Juan de una forma similar en el Libro del Apocalipsis se refiere, en la explicación del Papa, “a la venida gloriosa de Jesús como Señor y como el fin de la historia”.
La segunda imagen es del Evangelio, “Cristo está ante Pilato y le dice: ‘Soy rey’”. En el camino hacia la Jornada Mundial de la Juventud de 2023, que tendrá lugar en Lisboa, el Pontífice invitó a los jóvenes a “detenernos a contemplar estas imágenes de Jesús”.
Jesús que viene entre las nubes “es una imagen que habla de la venida de Cristo en la gloria al final de los tiempos. Nos hace comprender que la última palabra sobre nuestra existencia será de Jesús, no nuestra”.
Otra enseñanza se desprende de esta imagen de Jesús que viene entre las nubes, en este caso, una enseñanza que se desprende del hecho de que la visión del Profeta Daniel se produzca “en una visión nocturna”.
“Esto quiere decir que Dios viene durante la noche, entre las nubes a menudo tenebrosas que se ciernen sobre nuestra vida”, explicó el Papa Francisco. “Cada uno de nosotros conoce estos momentos. Es necesario que lo reconozcamos, que miremos más allá de la noche, que levantemos la mirada para verlo en medio de la oscuridad”.
En ese sentido, el Santo Padre invitó a los jóvenes a tener “ojos luminosos aun en medio de las tinieblas, no dejen de buscar la luz en medio de las oscuridades que llevamos en el corazón y que vemos a nuestro alrededor”.
En definitiva, pidió a los jóvenes que sueñen, porque “un joven que no es capaz de soñar…, pobre, ha envejecido antes de tiempo”.
Quien sueña “no se deja absorber por la noche, sino que enciende una llama, una luz de esperanza que anuncia el mañana. Soñad, estad despiertos, y mirad el futuro, con valentía”.
La segunda imagen destacada por el Papa en su homilía es la de Jesús ante Pilato. El Señor pronuncia sus proféticas palabras: “Yo soy Rey”.
Son palabras en las que, en opinión del Papa, “impacta su determinación, su valentía, su libertad suprema. Ha sido arrestado, llevado al pretorio, interrogado por quien puede condenarlo a muerte. En semejante circunstancia hubiera podido dejar que prevaleciera el derecho natural a defenderse, quizá buscando ‘arreglar las cosas’, pactando una solución de compromiso”.
En cambio, “Jesús no escondió la propia identidad, no camufló sus intenciones, no se aprovechó de un resquicio que Pilato le dejaba abierto para salvarlo. No. Con la valentía de la verdad respondió: ‘Soy Rey’”.
Esas palabras muestran la misión de Jesús, que vino “para proclamar con la vida que su Reino es diferente de los del mundo, que Dios no reina para aumentar su poder y aplastar a los demás, que no reina con los ejércitos y con la fuerza. Su Reino es de amor. Yo soy Rey, pero de este Reino de amor. Yo soy Rey de quien da la propia vida por la salvación de los demás”.
Esa imagen, destacó el Papa Francisco, sirve a los jóvenes para que suscite en su interior “la valentía de la verdad”. De este modo, “en la libertad de Jesús también encontramos la valentía de ir contracorriente”.
“Queridos jóvenes. Sean libres, auténticos, sean la conciencia crítica de la sociedad. No tengan miedo de criticar. Necesitamos vuestras críticas”. “Tengan pasión por la verdad, para que con sus sueños puedan decir: mi vida no es esclava de las lógicas de este mundo, porque reino con Jesús por la justicia, el amor y la paz”, concluyó el Papa Francisco.
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