El Papa Francisco recordó, durante el Ángelus dominical de este 21 de noviembre en el Vaticano, al sacerdote Jan Franciszek Macha, decapitado por los nazis en 1942 y que ha sido beatificado ayer, sábado, en la Catedral de Cristo Rey de la localidad polaca de Katowice.
El Santo Padre recordó que el P. Macha fue “asesinado por odio a la fe en 1942 en el contexto de la persecución del régimen nazi contra la Iglesia. En la oscuridad de la prisión, encontró en Dios la fuerza y la mansedumbre para afrontar aquel calvario. Que su martirio sea semilla fecunda de esperanza y de paz”.
En la ceremonia de beatificación, presidida por el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Marcello Semeraro, se destacó que su martirio en la guillotina fue un valiente testimonio en medio de la barbarie nazi.
“Mientras la violencia y los abusos de la guerra hacían estragos en Polonia y en todo el mundo, [Jan] entendió que solo la fe y la caridad permiten reconocer la dignidad inalienable de cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios”, destacó el Cardenal.
El P. Jan Franciszek Macha, conocido como Hanik, nació el 18 de enero de 1914 en Chorzów Stary, un pueblo de la provincia de Silesia, en el sur de Polonia. Tenía dos hermanas y un hermano.
En 1934 ingresó en el Seminario Teológico de Silesia. Fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Katowice el 25 de junio de 1939, solo tres meses antes de que la Alemania nazi invadiera Polonia.
Tras una sustitución de dos meses en su parroquia natal, el 10 de septiembre asumió el cargo de vicario en la iglesia parroquial de San José en Ruda Śląska.
Durante la ocupación, desarrolló una animada actividad caritativa entre las familias polacas afectadas por la ocupación. Era miembro de un grupo clandestino, con nombre en código Konwalia (Lirio de los valles), que ayudaba a los necesitados. También publicó el periódico clandestino Świt (Dawn).
La Gestapo, la policía secreta de la Alemania nazi, arrestó a Macha el 5 de septiembre de 1941 en una estación de tren en Katowice. Encontraron una lista de personas a las que él y sus asociados habían ayudado, así como otros documentos que mostraban que habían recolectado dinero y se lo habían dado a personas necesitadas.
Tras unos interrogatorios humillantes, Macha fue condenado a muerte por decapitación en una breve audiencia en Katowice el 17 de julio de 1942.
Fue ejecutado por guillotina en una prisión de Katowice a las 12:15 a.m. del 3 de diciembre de 1942, a pesar de los esfuerzos de su madre por obtener el perdón.
El P. Macha fue uno de los miles de sacerdotes católicos asesinados durante la ocupación de Polonia por parte de la Alemania Nazi entre 1939 y 1945. Cerca de una quinta parte de los 10.000 sacerdotes diocesanos de Polonia fallecieron.
En el campo de concentración de Dachau, descrito como el cementerio de sacerdotes más grande del mundo, murieron asesinados por los nazis 868 clérigos.
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