Luego de una visita apostólica o investigación, el Vaticano ordenó al laico italiano Enzo Bianchi que abandone el monasterio de la comunidad ecuménica Bose, institución que fundó en 1965 y que acoge a cristianos de distintas denominaciones.
El decreto aprobado por el Papa Francisco y en el que se da la orden a Bianchi tiene fecha 13 de mayo. Está firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano
Un comunicado de la comunidad Bose publicado en su sitio web señala que el Papa aprobó la visita apostólica en respuesta a “serias preocupaciones” respecto “a una situación tensa y problemática en nuestra comunidad en cuanto al ejercicio de la autoridad de nuestro fundador, el gobierno y el clima fraterno”.
Bianchi fundó la comunidad en Biella, en el norte de Italia, en el contexto del Concilio Vaticano II. Es una institución compuesta por hombres y mujeres que rezan la Liturgia de las Horas y siguen una regla influenciada por San Benito y San Basilio. Está compuesta por católicos, protestantes y ortodoxos.
Bianchi, una figura carismática en la Iglesia en Italia, ha participado en el Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios de 2008 y en el Sínodo de 2012 sobre la Nueva Evangelización. En el año 2014 fue designado consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
La visita apostólica, que se llevó a cabo del 6 de diciembre de 2019 al 6 de enero de 2020, la realizaron el P. Guillermo León Arboleda Tamayo, Abad Presidente de la Congregación Benedictina Sublacense Casinense, el P. Amedeo Cencini, consultor de la Congregación de Institutos de Vida Consagrada; y la madre Anne-Emmanuelle Devéche, Abadesa de Blauvac en Francia.
La declaración de la comunidad señala que el P. Cencini había comunicado su decisión en privado a todos los involucrados con “el mayor respeto posible por la privacidad de las partes interesadas”.
Pero luego que “varias de las partes interesadas” rechazaron las medidas, se indicó que “era oportuno especificar las previsiones establecidas respecto al hermano Enzo Bianchi, dos hermanos y una hermana, que deben separarse de la comunidad monástica Bose e irse a otro lugar, y que además son relevados de todas las responsabilidades que tienen actualmente”.
La declaración indica que el Cardenal Parolin envió una carta a la comunidad que “ha marcado un camino de esperanza para el futuro, indicando las líneas básicas de un proceso de renovación en el que, esperamos, se de un ímpetu nuevo a nuestra vida monástica y ecuménica”.
Bianchi renunció como prior de la comunidad en 2017 y Luciano Manicardi fue elegido como sucesor.
En ese entonces, Bianchi dijo en un mensaje a la comunidad que “en la historia de toda comunidad monástica nueva, el paso de la guía del fundador a la siguiente generación es un signo positivo de crecimiento y madurez”. “La vida prosigue, la fundación ha sido fructífera y por esto le damos gracias al Señor, esperando su juicio al final de la historia”, agregó.
El 27 de mayo, el diario italiano La Repubblica informó que Bianchi ha defendido sus acciones desde que dejó de ser prior y lo cita señalando que ha tratado de estar “más ausente que presente” en la continuidad, pero ha “sufrido por ya no poder dar mi legítima contribución como fundador”.
Insistió además en que nunca contestó “ni con palabras ni con obras” la autoridad de su sucesor, con el que ha trabajado por más de 20 años.
Bianchi ha pedido a la Santa Sede que clarifique lo que él y los otros tres miembros separados han hecho mal.
Según La Repubblica, Bianchi dijo que “por nuestra parte, como arrepentimiento tenemos la voluntad de pedir y dar misericordia. En el sufrimiento y la prueba hemos pedido –y aún pedimos– que se ayude a la comunidad en un camino de reconciliación”.
“Desde el fondo de mi corazón, agradezco a los muchos hermanos y hermanas de Bose, que en estas horas de gran dolor me apoyan, y a las muchas personas que han mostrado su cercanía y afecto sinceros”.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
Publicar un comentario