El presidente del Episcopado alemán y Obispo de Limburgo, Mons. Georg Bätzing, pidió que se realice un Sínodo en Roma para aplicar en la Iglesia universal las reformas del polémico proceso sinodal que se lleva a cabo actualmente en Alemania.
Entre algunas de las propuestas del proceso sinodal están la ordenación de mujeres, la bendición de parejas homosexuales y divorciados en nueva unión, así como la posibilidad de que los protestantes reciban la Eucaristía.
Mons. Bätzing, que sucedió en el cargo de presidente del Episcopado al Cardenal Reinhard Marx en marzo de este año, dijo que el “proceso sinodal” aporta cambios que constituyen un “desarrollo” de la doctrina católica.
CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI, informó que el Obispo está “muy a favor de llevar a Roma los detalles y las decisiones que surjan del proceso sinodal, también con respecto al rol de las mujeres y el ministerio eclesial”.
En diálogo con la revista Publik-Forum, publicado el 27 de mayo, el Prelado dijo que espera haya cambios en “algunas formulaciones ya que reflejan el estado actual de la doctrina en el Catecismo” de la Iglesia Católica.
El Obispo de Ratisbona, Mons. Rudof Voderholzer, expresó su preocupación por la forma en la que Mons. Bätzing y el comité ejecutivo están manipulando el proceso sinodal.
Mons. Bätzing ha manifestado anteriormente su apoyo a la ordenación de mujeres y a la abolición del celibato para el clero, y ha dicho además que “la falta de sacerdotes no necesariamente daña la vitalidad de la Iglesia”.
El Prelado ha señalado asimismo que si bien la “sustancia de la fe” es inmutable, la divina revelación prosigue revelándose y la Iglesia necesita buscar siempre “los signos de los tiempos” y, allí donde sea necesario, “desarrollar” sus enseñanzas, incluidas la de moral sexual.
Antes de ser presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Bätzing dirigía el foro de sexualidad del proceso sinodal. A ese foro acaba de renunciar el Obispo Auxiliar de Colonia, Mons. Dominikus Schwaderlapp, quien rechazó la premisa que asume el grupo de trabajo de que la “sexualidad es polivalente”.
En septiembre de 2019, Marianne Schlosser, una conocida teóloga y miembro de la Comisión Teológica Internacional, anunció que ya no participaría en el proceso sinodal, indicando que tenía serias preocupaciones con relación a la perspectiva y la metodología del mismo.
Schlosser, profesora de teología en la Universidad de Viena y ganadora del Premio Ratzinger en 2018, había sido invitada a participar como experta en el proceso sinodal, más precisamente en el foro sobre las mujeres.
La experta comentó que le preocupaba haber visto la “fijación respecto a la ordenación” de mujeres.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA Deutsch.
Publicar un comentario