En diciembre de 1947 San Alberto Hurtado, el primer santo hombre de Chile, escribió un enternecedor cuento de Navidad que hace reflexionar a quienes lo leen.
El cuento se llama “Las más felices Navidades” y fue publicado en la primera edición de la revista mensual El Hogar de Cristo, institución dedicada a acoger con amor y dignidad a los más pobres, para ampliar sus oportunidades a una vida mejor.
La Fundación Padre Alberto Hurtado, dedicada a difundir la obra y legado del santo, ilustró el relato en 2018, y por segundo año consecutivo invita a la comunidad a descubrir la verdadera Navidad.
El cuento es relatado por una madre a su hijo. “Mira hijito, hace casi dos mil años la Virgen María se puso en camino a Belén. Hacía mucho frío y los campos estaban cubiertos de nieve. Se hace obscuro y no tiene donde pasar la noche. Todas las puertas se le cierran”.
“Lo único que encuentra es una pesebrera de animales. Allí nació el Niñito Jesús tiritando de frío; no tenía cuna ni colchón. La Virgen no tenía otra cama que el suelo de la pesebrera. San José buscó en el monte unos palitos para hacer fuego, para que la Virgen y el Niño no se murieran de frío”, continuó.
El niño impresionado por el relato dijo: “Mamá ¿qué puedo hacer por el Niñito Jesús? Porque yo lo quiero mucho y me da pena que tenga frío, y no quiero que llore”.
La mamá le respondió: “El Niño Jesús está ahora en el Cielo y no tiene frío; pero hay otros niñitos y hay gente grande a quienes Jesús quiere mucho, que tienen hambre, y que no tienen donde dormir. Lo que tú quisieras hacer por el Niñito Jesús, hazlo por ellos, pues él dijo: ‘Lo que hiciereis a mis pequeñuelos, a Mí lo hacéis’”.
“La noche siguiente, al despedirse, la madre de su hijo vio que faltaban los juguetes”, describió el relato.
“Se los di a un niño pobre, mamacita, para que pase contento el día de Navidad”, respondió el pequeño.
Concluido el cuento, el Padre Alberto Hurtado expresó que “la historieta tiene lenguaje infantil, pero enseña de cristianismo profundo; es un mensaje para los hombres de buena voluntad, cualquiera que sea su edad”.
“Jesús vive en la persona de sus pobres. El pobre es Cristo y como hace dos mil años no tiene alimento, no tiene vestuario… Le falta todo”, escribió.
“Estas Navidades: ¿Quiere agradecer a Jesús su venida? ¡Haga algo por sus pobres! Pregúntese: ¿Qué obra buena puedo hacer estas Navidades? ¿Cómo alegrar a un hermano mío, esta noche de paz, noche de amor?”, cuestionó el sacerdote jesuita.
“Mire… Piense… Responda: ¡No tienen qué comer! ¡No tienen dónde dormir! Sus quiltros son sus amigos, su familia”, finalizó el mensaje.
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