Los obispos de Cuba expresaron su opinión sobre el proyecto de nueva Constitución y pidieron que esta reconozca la pluralidad de opiniones políticas, respete el derecho a la vida, el matrimonio, la libertad de enseñanza y el paulatino acceso de la Iglesia a los medios de comunicación.
La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) emitió su mensaje para dirigirse a los fieles y demás personas que “han expresado su deseo de conocer nuestro pensamiento” sobre el proyecto constitucional que está siendo debatido.
“Nos mueve y fundamenta la fe en Jesucristo Salvador de todos los hombres, la fuerza de su Palabra que nos inspira y sostiene, el amor y la búsqueda del bien para nuestro pueblo”, indicaron los obispos.
En su mensaje, la COCC recuerda que la Constitución “debe reflejar las características de la sociedad”, pues determina la vida de los ciudadanos, su futuro, convivencia y su “participación en la toma de decisiones” del país.
“Una Constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos”, señalaron, citando al político y pensador cubano José Martí.
La Carta Magna, añadieron, “no se puede subordinar a leyes, decretos, resoluciones, partidos políticos, ideologías, disposiciones o sentencias judiciales”.
Por ello, dada su importancia “como referencia última de la legalidad en la Nación (…), consideramos no solo aconsejable sino necesario, que la misma Constitución disponga la creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales con la finalidad de salvaguardar los derechos que en ella se refrendan”.
Derechos Humanos
En su mensaje, firmado el 24 de octubre, los obispos apreciaron que el proyecto tenga en cuenta los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales firmados por Cuba, pero “lamentamos la ausencia del reconocimiento a la diversidad de opinión política”.
La COCC también pidió explicitar el respeto al derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, incluyendo la abolición de la pena de muerte.
“Del mismo modo se requiere un mayor esclarecimiento sobre el derecho a la objeción de conciencia, de manera que la preservación del derecho de unos no implique violentar el derecho y la conciencia de otros”.
Ideología de género y matrimonio
El Episcopado también se refirió a la inclusión como sujetos de derecho las categorías “género, orientación sexual e identidad de género”, que vienen de la ideología de género y que “son innecesarias, porque bastaría con la categoría ‘sexo’ para que queden comprendidos todos los miembros de la sociedad”.
“El sexo viene dado por la naturaleza y no es una construcción cultural adquirida, como propone equivocadamente la referida ideología de género, que se caracteriza por un fuerte subjetivismo, que lleva al individuo a decidir por sí mismo lo que es bueno y lo que es malo”.
“De tal manera que, dicha ideología, sostiene entre sus postulados principales que cada persona elige su propia identidad sexual. Esta corriente ideológica ha venido introduciéndose en Cuba, entre otros, por algunos medios oficiales y por la influencia del mundo exterior”, alertaron.
Más adelante, los obispos calificaron de “mal fundado y erróneo” que en el proyecto constitucional se defina el matrimonio como “la unión de dos personas con aptitud para ello, a fin de hacer vida común”.
Los obispos reafirmaron que se debe respetar la condición y participación social de toda persona, pero “la enseñanza de la Iglesia siempre ha sido clara: el amor recíproco y complementario entre el hombre y la mujer fundamenta la vocación al matrimonio y a la familia, estableciendo una unidad que no puede equipararse a ninguna otra. Distinción no significa discriminación”.
Familia
En su mensaje, la COCC llamó a reconocer el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, incluida su formación religiosa.
“Apreciamos el papel que el proyecto constitucional le otorga a la familia” como célula básica de la sociedad, pero en lo referente a la educación, “la contribución atribuida a la familia aparece enumerada en último lugar, posteriormente al papel asignado al Estado y a la sociedad”. “Entendemos que ni el Estado ni ninguna otra institución deben apropiarse esta delicada misión”, señaló el Episcopado.
Asimismo, indicó que para que la familia pueda alcanzar su pleno desarrollo y bienestar “es necesario que la Constitución brinde las posibilidades para que cada ciudadano tenga un salario que realmente satisfaga sus necesidades”, así como “las prestaciones sociales necesarias para equilibrar la vida familiar”.
“Las aspiraciones de superación personal deben ser alentadas para lograr así una sociedad civil vigorosa que será siempre un bien necesario para todo país que aspire a una sana prosperidad social y económica, sostenida por sólidos pilares morales y espirituales”, señaló.
Libertad religiosa
El Episcopado señaló que el proyecto reconoce “el derecho a profesar o no creencias religiosas, a cambiarlas y a practicar la de su preferencia, con el debido respeto a otros credos y de conformidad con la ley”.
“Según lo anterior, y en correspondencia a lo que debe ser un Estado laico moderno, los obispos cubanos reafirmamos que la libertad de practicar la religión propia no es la simple libertad de tener creencias religiosas, sino la libertad de cada persona de vivir conforme a los valores de la fe que profesa, de expresarlos públicamente, teniendo por límite el respeto al otro”.
“En nuestro caso concreto, esta libertad implica, además, el reconocimiento jurídico de la Iglesia y de su identidad y misión propias, lo que incluye la posibilidad de dar a conocer su enseñanza moral de acuerdo al Evangelio, de acceder de modo sistemático a los medios de comunicación, la libertad de enseñanza y de evangelización, de construir edificios y de adquirir y poseer bienes adecuados para su actividad; y la libertad de asociarse para fines no solo estrictamente religiosos sino también educativos, culturales, de salud y caritativos”.
Economía al servicio del bien común
La COCC recordó que “como principio, la Doctrina Social de la Iglesia reconoce el destino universal de los bienes y la función social de la propiedad para lograr el desarrollo integral de la persona, la familia y el bien común”.
“Por ello, nos complace que el Proyecto de Constitución también reconozca la propiedad privada, aunque siempre se deberá tener en cuenta que los límites de cualquier propiedad deben estar solamente condicionados por el principio descrito anteriormente”.
“En este campo, consideramos que lo expuesto en el art. 28 en relación a la inversión extranjera, debe ser extendido al ciudadano cubano en virtud a lo refrendado en el art. 40 sobre ‘la igualdad de todos los cubanos en sus derechos, deberes y oportunidades sin discriminación alguna’”, señaló el Episcopado.
La COCC alentó a los cubanos a seguir “ejerciendo su derecho a opinar” en los debates del proyecto. “Como obispos y pastores de la Iglesia Católica en Cuba, no hemos pretendido hacer una exposición exhaustiva de todos los contenidos del proyecto constitucional, sino que deseamos iluminar aquellos aspectos que más nos han sido reclamados en orden al discernimiento y posterior decisión que cada uno deberá tomar según su conciencia y libertad”.
Finalmente, pidieron a Dios “que nos ayude a encontrar los caminos que favorezcan el crecimiento del respeto mutuo y el reconocimiento de la dignidad de cada persona”.
“Sólo así se hará realidad el sueño de nuestros próceres, proclamado por Martí al desear que Cuba fuera una República ‘con todos y para el bien de todos’”.
“A nuestra Madre, la Virgen de la Caridad del Cobre, le pedimos que continúe acompañando la vida de nuestro pueblo. ¡La Caridad nos une!”, concluye el mensaje.
El 13 de agosto se abrió en Cuba el debate sobre el proyecto para reformar la Constitución vigente desde 1976. El texto, previamente analizado por la Asamblea Nacional, debe ser discutido hasta el 15 de noviembre en unas 135 mil reuniones dirigidas por más de 7.600 dúos de ciudadanos seleccionados por el régimen.
Concluidas las reuniones, las propuestas serán reunidas en un informe que se entregará a la Comisión Nacional de la Reforma Constitucional. Esta reelaborará el proyecto y lo presentará a la Asamblea Nacional para ser nuevamente discutido y sometido a aprobación. El último paso es la convocatoria a un referéndum nacional el 24 de febrero de 2019.
Entre sus varios puntos, el proyecto reconoce la propiedad privada, pero no incorpora modificaciones al sistema político. Así, aunque elimina el término “comunismo”, mantiene el "carácter socialista del sistema político y social" del país y al Partido Comunista de Cuba como "fuerza dirigente superior". Además redefine el matrimonio como la "unión entre dos personas", lo que abriría las puertas a una posterior legalización del matrimonio gay.
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