Millones de personas se movilizarán en Chile y Argentina, el 27 y 28 de octubre respectivamente, para manifestar su rechazo a los proyectos de ley que atentan contra la vida y la familia.
En el caso de Chile, el 27 de octubre se realizará la tradicional Marcha por Jesús, actividad ecuménica que se manifestará contra la ideología de género y el aborto.
En Chile fue aprobada el año pasado la ley de aborto bajo las causales de riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y por violación. Sin embargo, en el Parlamento se están discutiendo proyectos para liberalizar más esta práctica.
En cuanto a la ideología de género, las familias se manifestarán contra los proyectos que son parte del acuerdo firmado en junio de 2016 entre el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) y el Estado chileno -entonces liderado por Michelle Bachelet-, con mediación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Especialmente protestarán contra el proyecto de “Educación sexual afectiva y de género” implementado en el currículo escolar y que vulnera el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus valores.
La Marcha por Jesús se realizará en varias ciudades de Chile, en distintos horarios.
Marcha en Argentina
Al día siguiente tendrá lugar la “primera manifestación nacional contra la ideología de género en la educación en Argentina”.
En más de 30 provincias argentinas las comunidades escolares y familias saldrán a las calles bajo las consignas “con mis hijos no te metas” y “sí a la educación sexual integral, no al adoctrinamiento”. El objetivo es exigir al Gobierno que respete el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus propias convicciones y creencias.
Esto debido al proyecto que busca modificar la ley de Educación Sexual Integral (ESI) que tiene como fondo la imposición de la ideología de género en las escuelas. Además, el texto impide a las escuelas públicas de gestión privada enseñar educación sexual de acuerdo a sus idearios.
En cambio, los manifestantes pedirán al Estado que sea un “agente preventor” en materia de abuso sexual infantil, embarazos no deseados, transmisión de enfermedades sexuales, violencia; y “no promotor del desarrollo temprano de la sexualidad”.
Asimismo, solicitan que la familia “tenga participación directa como agente primario y natural de la educación, ejerciendo la responsabilidad parental al encauzar a sus hijos de acuerdo con su visión social de la sexualidad”, entre otros puntos.
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