LOS ÁNGELES, 22 Jun. 16 (ACI).- El Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, pidió a los estadounidenses “volverse a Dios” a través de la oración tras la masacre de 50 personas en un bar gay de Orlando.
Mons. Gómez explicó que orar no es “algo pasivo” ni “un sustituto para la acción ni una excusa para no hacer nada” y “cuando oramos, nos colocamos a nosotros mismos -a nuestras vidas, a nuestros seres queridos, a nuestro mundo- ante la presencia de los ojos llenos de amor de nuestro Creador”.
Al rezar, “reconocemos que hay un significado más elevado en los acontecimientos de nuestro tiempo y de nuestra zona; reconocemos que esta violencia sin sentido y este miedo no es ‘todo lo que hay’”, agregó en su reflexión semanal titulada “Tras el último tiroteo masivo”
El Prelado indicó que con la oración “le pedimos al Padre de la creación que esté cerca de sus hijos que lloran, para consolar a los que están de duelo con el fin de fortalecernos a todos para poder vencer el mal con el bien y el odio con el amor”.
“Es complicado y frustrante y parece como si ya hubiéramos pasado por esto antes. Tantos tiroteos masivos que ha habido, y ahora otro más que, al parecer, es un acto de terrorismo llevado a cabo en nombre de una ideología religiosa radical. Cuando me enteré de la noticia, me acordé de los homicidios que tuvieron lugar en San Bernardino, hace tan sólo unos meses”.
Tras matanza de Orlando siguen hospitalizadas 18 personas, 4 en estado crítico https://t.co/nl7yZb3FwX pic.twitter.com/3a7NQWc1rZ
— NTN24 Venezuela (@NTN24ve) 22 de junio de 2016Mons. Gómez indicó que la “‘violencia nunca puede ser “santificada’ y que al Dios vivo y verdadero no se le sirve con el derramamiento de sangre inocente o forzando a otros a creer lo que creemos. Tenemos que construir una nueva cultura de solidaridad y generosidad, una cultura de diálogo. No podemos permitir que nos dividan por medio del miedo a otros que no se parecen a nosotros o que no rezan como nosotros”.
Señaló que “en estos tiempos en que las cosas parecen oscuras e inciertas, la cruz permanece en el centro de la historia de la humanidad, como un signo de ese encuentro que siempre es posible entre el pecado humano y la misericordia divina”.
“La cruz nos muestra que el Dios vivo y verdadero no nos llama a sacrificar la vida de otros para servirlo a Él. La verdadera religión es el amor que le damos libremente a Dios y que expresamos en el sacrificio propio y en el servicio para bien de los demás”, expresó.
Puede leer la columna completa aquí: https://www.aciprensa.com/josegomez/tras-el-ultimo-tiroteo-masivo/
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— ACI Prensa (@aciprensa) 20 de junio de 2016
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