En una nota de los franciscanos se indica que “la comunidad de San Damián, tras recibir la conformidad de las hermanas clarisas del protomonasterio de Santa Clara en Asís y el placet de la superintendencia de Perugia, comunica la realización de un evento realmente excepcional, pensado por la misma comunidad en ocasión del Año Jubilar de la Misericordia: del 15 al 19 de junio de 2016 el crucifijo de San Damián volverá a San Damián” en la ciudad italiana de Asís.
El crucifijo volverá así de la iglesia de las clarisas, custodiado allí desde la muerte de Santa Clara, al Santuario de San Damián.
El crucifijo de San Damián es un ícono de Cristo glorioso. Fue pintado sobre tela, poco después del 1100, y luego pegado sobre madera. Es obra de un artista anónimo del valle de Umbría. Se inspira en el estilo románico-bizantino de la época y en la iconografía oriental. Es de madera de nogal recubierta con una tela, sobre la que se pintó la imagen.
Mide 2,1 metros de alto por 1,3 metros de ancho. Fue realizado para la iglesia de San Damián de Asís.
En 1205 San Francisco de Asís caminaba cerca de San Damián. Ingresó al templo que estaba en ruinas y comenzó a rezar. Allí experimentó un gran consuelo espiritual y pudo oír al Señor que le hablaba desde la cruz y le decía: “Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda, pues, y repárala”.
El pedido del Señor caló hondo en él y se dedicó a la tarea de la reconstrucción del templo. Con el tiempo entendió que lo que Dios le pedía era que reparara, que reconstruyera toda la Iglesia.
En 1257, cuando las clarisas abandonaron San Damián, llevaron consigo el crucifijo al monasterio de Santa Clara construido para ellas en Asís, donde lo conservaron durante siglos en la sacristía.
En 1958, 20 años después de ser restaurado por Rosario Aliano, fue expuesto al público. Después del terremoto de septiembre de 1997 el ícono ha sido sometido a una nueva restauración.
Ahora puede verse en la Iglesia de San Damián.
En su sitio web, los franciscanos afirman que “quien la pintó, no sospechaba la importancia que esta cruz iba a tener hoy para nosotros. En ella expresa toda la fe de la Iglesia. Quiere hacer visible lo invisible. Quiere adentrarnos, a través y más allá de la imagen, los colores, la belleza, en el misterio de Dios”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 26 de septiembre de 2015
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