Tras finalizar la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco dijo haber seguido “con horror” los últimos acontecimientos “que siguen tiñendo de sangre la República Democrática del Congo”.
“Lamento enérgicamente el inaceptable asalto que tuvo lugar en los últimos días en Maboya, provincia de Kivu del Norte, donde fueron asesinadas personas indefensas, entre ellas una religiosa que se dedicaba a la atención sanitaria”, dijo el Papa a continuación.
“Rezamos por las víctimas y sus familias, así como por esa comunidad cristiana y los habitantes de esa región, agotados por la violencia desde hace demasiado tiempo”, concluyó el Santo Padre.
El pasado 19 de octubre en la aldea de Maboya, al noroeste de la República Democrática del Congo, un atentado yihadista provocó la muerte de una religiosa y doctora católica.
Se trata de la hermana Marie-Sylvie Kavuke Vakatsuraki, de la congregación de Hermanitas de la Presentación de Nuestra Señora en el Templo y miembro de una misión católica sanitaria.
Tras saquear una farmacia y un hospital, los terroristas incendiaron el edificio, donde la religiosa y un paciente murieron quemados.
El ataque recibió el apoyo de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo yihadista ugandés, también llamado Estado Islámico de la Provincia Centroafricana (ISCAP).
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