Con un decreto del Papa Pío XI en 1930 Nuestra Señora Aparecida se convirtió en patrona de Brasil, pero antes de eso, ya en 1826, el Papa León XII había declarado patrono del país a San Pedro de Alcántara, santo que es celebrado el 19 de octubre.
La declaración de la Virgen Aparecida como patrona del país no anuló el decreto de 1826, por lo que el patronazgo de San Pedro de Alcántara sobre Brasil sigue vigente hasta el día de hoy.
Como explicó el P. Paulo Ricardo en un video con motivo de esta fecha en 2017, "el decreto de Pío XI no anula el decreto de León XII, porque una cosa es la patrona principal de Brasil, Nuestra Señora Aparecida, y otra es el santo patrono".
San Pedro de Alcántara, nacido en 1499, procede de una familia noble de la provincia castellana de Ávila. Fue enviado a estudiar leyes a la Universidad de Salamanca, pero abandonó los estudios para hacerse franciscano. Fundó el convemto más pequeño del mundo, el Palancar, y fue amigo de Santa Teresa de Jesús, a quien animó parala reforma del Carmelo.
Murió en 1562 diciendo "¡qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor!".
El fraile español Pedro de Alcántara vivió “en medio de la decadencia moral y espiritual de su época”, dijo a ACI Digital en 2018 el P. Adenilson Silva Ferreira, párroco de la Catedral de San Pedro de Alcántara, en Petrópolis (RJ), ciudad fundada por Dom Pedro II.
Sin embargo, dijo el P. Adenilson, incluso en este entorno “abrazó el ideal de santidad en una vida marcada por una intensa experiencia de oración, humildad, penitencia y caridad ardiente”.
“Sacerdote celoso, pastor de almas, se dedicó a la predicación e impresionó a todos con su elocuente testimonio”, dijo.
Pronto se hizo conocido por su extraordinario don para la predicación, que generó muchas conversiones. Fue entonces cuando recibió una solicitud del rey de Portugal, Dom João III, llamado “el Piadoso”, para ser su confesor.
En el video, el P. Paulo Ricardo afirmó que “San Pedro de Alcántara fue un santo de extraordinario amor a Dios, de inmensa pobreza, de una vida de penitencia”, lo que hizo que su predicación tocara “los corazones del amor arraigado a Dios”.
Así fue como la predicación de este fraile hizo que "varios infantes, príncipes y princesas de Portugal asumieran una vida de penitencia, algunos hicieron voto de castidad".
En un video del 2016, el P. Paulo destacó que el santo, “con toda su pobreza, logró convertir y sacudir la corte de Portugal. En otras palabras, innumerables nobles portugueses dejaron la vida mundana para ser célibes y abrazar la pobreza”.
San Pedro de Alcántara murió en 1562, fue beatificado por Gregorio XV en 1622 y canonizado por Clemente IX en 1669.
Así, se convirtió en el santo devoto de la familia real portuguesa y su nombre fue elegido como el nombre bautismal de los que se convertirían en emperadores de Brasil: Dom Pedro I y Dom Pedro II.
Más tarde, en 1826, el Papa León XII, a petición de Dom Pedro I, declaró a San Pedro de Alcántara como el santo patrono de Brasil. El P. Adenilson Ferreira dijo que de esta manera el Pontífice "permitió que su fiesta se celebrara, según las costumbres de la época, con oficio y Misa, con un rito de primera clase el 19 de octubre".
El P. Adenilson dijo que "es muy oportuno recurrir a su intercesión". "Su austeridad denuncia la inestabilidad de este mundo marcado por la codicia y la corrupción. Su conexión profunda con el Misterio condena el materialismo de la sociedad actual", concluye.
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