Todo reino que se divide corre a la ruina, dicen obispos ante grave situación de Venezuela

Al concluir su 116 asamblea plenaria, los obispos de Venezuela publicaron su exhortación pastoral titulada “Todo Reino que se divide corre a la ruina”, en la que se refirieron a diversos temas de la actual crisis de Venezuela y en la que alentaron a trabajar juntos para reconstruir el país sudamericano.

“Queremos compartir con todo nuestro pueblo venezolano un mensaje de esperanza en el amor de Dios y de compromiso personal y comunitario para la refundación de nuestro país, en medio de tantas calamidades y sufrimientos que nos aquejan”, afirmaron los prelados en el texto publicado este lunes 12 de julio.

En la exhortación los obispos venezolanos expresaron su preocupación por la pandemia del COVID-19, que se agrava por “la crisis sanitaria: los hospitales carecen de lo necesario, los médicos y el personal de enfermería no cuentan con el equipamiento adecuado, las personas tienen que proveerse de los costosos insumos, medicinas, y como siempre, el pueblo empobrecido es el que más sufre”.

“Ante esta grave crisis sanitaria, hacemos un llamado al Gobierno nacional para que se aboque a equipar los hospitales de lo necesario para atender la salud de nuestro pueblo, sobre todo en lo referente a la pandemia del COVID 19”, indicaron.

Los prelados instaron al Gobierno de Maduro a implementar “una auténtica y seria política de vacunación que beneficie por igual a toda la población y con vacunas reconocidas y autorizadas por la OMS” y no con la vacuna denominada “Abdala” ya que “es considerada” por diversas instituciones como “un experimento biológico no autorizado”.

Abdala es una vacuna desarrollada por Cuba y que, según las autoridades de la isla, tendría 92% de efectividad. Sin embargo, informa BBC, estos resultados “no han sido validados por ninguna agencia reguladora, no han sido publicados en revista científica avaladas por pares o recibido el visto bueno de alguna organización internacional o regional de salud”.

Los obispos también expresaron su preocupación por la educación, un ámbito “muy afectado” por la pandemia del COVID 19.

“Pretender que la educación formal se haga por Internet es una ilusión, pues, menos del 20% de las familias tienen acceso a este servicio. Frente a esta crisis educacional, es preciso atender a los docentes: sin ellos no hay proceso educativo”, indicaron los prelados.

Ante esta situación, es necesario hacer que Venezuela se convierta en una “sociedad educadora”, para lo cual debe haber un diálogo entre el Gobierno, los docentes y la empresa privada para construir las necesarias “alianzas educativas”.

Los obispos venezolanos también rechazaron la violencia de los últimos días en Caracas, “provocada por grupos armados irregulares y bandas criminales, que también tienen presencia en el resto del país. Esto evidencia el debilitamiento en la misión que deben cumplir las instituciones de seguridad del Estado Venezolano; refleja la crisis político-social en la que hemos estado sumergidos en las últimas décadas”.

Por ello exhortaron “a las instituciones del Estado a no violentar el principio de la centralidad y dignidad humana, por lo que hay que anteponer la seguridad personal de los ciudadanos por encima de cualquier otro interés”.

Los prelados venezolanos también denunciaron la violación de los derechos humanos, como ocurrió contra los integrantes de una ONG dedicada a defenderlos. A sus “miembros se les violentaron estos mismos derechos, en particular el debido proceso, al ser detenidos y trasladados, sin permitir comunicación alguna con sus familiares y con sus abogados”, indicaron.

Ante esta situación pidieron “a las autoridades competentes, encargadas de resguardar la seguridad y el cumplimiento de esos derechos, a que cumplan su misión como lo propone la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el art. 2”

“Por lo tanto, exigimos resguardar la integridad física y la liberación inmediata de los miembros de Fundaredes y de todas las organizaciones que velan y luchan por los derechos de todos los venezolanos”, agregaron.

Según informa el diario español El País, la semana pasada un tribunal en Venezuela dictó una medida privativa de la libertad contra Javier Tarazona, su hermano Rafael y Juan de Dios García, miembros de Fundaredes. Están acusados de terrorismo, traición a la patria e instigación al odio. Johnny Romero, otro voluntario de la organización, fue liberado sin cargos.

En los últimos años, Fundaredes se ha especializado en denunciar la situación política y social de la frontera venezolana con Colombia. También ha hecho señalamientos específicos respecto a las operaciones políticas de la guerrilla colombiana en pueblos fronterizos, con la anuencia de los efectivos y jefes militares venezolanos, especialmente en el estado de Táchira.

Los obispos venezolanos también advirtieron “a los miembros de la Asamblea Nacional y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, el peligro real de imponer la llamada ‘ideología de género’. Ella contradice la verdad científica y el sentido común. Es una colonización ideológica que procede de grandes intereses económicos”.

Esta advertencia se da ante algunas iniciativas para reformar la ley de protección de la familia, que según diversos analistas venezolanos está “plagada de ideología de género”.

Los prelados también expresaron su preocupación ante “la progresiva división que existe entre los diversos actores políticos del país y su desconexión con los problemas del pueblo. Tanto en el gobierno como en la oposición se producen fuertes antagonismos basados en ambiciones personales, sectarismos y ansias de poder, que se han agudizado ante la convocatoria a las próximas elecciones”.

“Se lucha por ocupar cargos de gobierno y poco se piensa en el bien común de nuestro sufrido pueblo y en la solución de sus problemas básicos, lamentablemente es la población quien sufre las consecuencias”, agregaron.

Las elecciones programadas para noviembre de 2021 “son una excelente oportunidad para fortalecer liderazgos locales y regionales y para que los aspirantes vean allí una ocasión para servir a nuestros conciudadanos y promover el bien común”, resaltaron.

Para concluir, los obispos subrayaron que “solo si unimos esfuerzos y voluntades podremos sacar al país adelante. Es urgente que cada uno de nosotros, como personas y como pueblo, contribuyamos a la reconstrucción de nuestro país”.

“Dios en estos momentos nos llama a la solidaridad, que es pensar y actuar en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos”, aseguraron.

Finalmente los obispos se encomendaron “a la intercesión de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela y del Beato José Gregorio Hernández, a fin de que nos acompañen en la refundación de nuestra nación como compromiso al que nos llama Nuestro Señor Jesucristo”.

Para leer el mensaje completo ingrese AQUÍ.

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