El Cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero, propuso 3 formas para que los fieles acompañen a los sacerdotes en su trabajo diario, en ocasión de la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes que se conmemora este el 28 de junio, día en que la Iglesia celebra la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
1.- Hacerlos sentir amados
“Hay muchas sugerencias y consejos a seguir para contrastar los errores y los escándalos, pero creo que el primer antídoto debería ser el de hacer sentir amados a nuestros sacerdotes, acompañarlos con afecto y discreción en su soledad, sin juzgarlos de modo implacable”, dijo el Cardenal en entrevista concedida al diario del Vaticano, L’Osservatore Romano (LOR).
Los fieles, prosiguió la autoridad vaticana, “no deberían presionar a los sacerdotes exigiéndoles que sean casi como ‘máquinas’ que distribuyen servicios sacros y, sobre todo, deben querer su bien sincero”.
“A ellos debemos mostrarles gratitud y apoyo. Y el primer modo de hacerlo, probablemente, es amarlos con sencillez y ternura”, resaltó.
2.- Reconocer su labor
“Aseguro que hace mucho bien a los sacerdotes escuchar, por ejemplo, una palabra positiva sobre sus homilías o sobre el éxito de alguna celebración como una Primera Comunión” o alguna actividad concreta.
El Cardenal Stella explicó que “también hace mucho bien a los sacerdote sentir, en medio de su debilidad humana, que se le acompaña con la oración y con el reconocimiento de su servicio y el aliento para no desistir ante las pruebas o dificultades”.
3.- Rezar por los sacerdotes
El prefecto de la Congregación para el Clero también resaltó la importancia de rezar por los sacerdotes, “brindándoles así el apoyo espiritual y moral en su ministerio, así como la necesidad de comprender sus fragilidades y perdonarlos cuando pasan por momentos de oscuridad y desaliento”.
“Por ello, esta Jornada de Santificación del Clero debe ser ocasión de oración para que el Sagrado Corazón de Jesús, fuente y refugio de toda existencia sacerdotal, acompañe los pasos de los sacerdotes con la potencia de la gracia divina”, subrayó el Cardenal.
¿Cómo debe ser el servicio de un sacerdote?
El Cardenal Stella indicó asimismo que un sacerdote debe empeñarse en una “actividad solidaria hacia los más pobres, siendo así un signo vivo de la presencia de Cristo, que ofrece la vida por su pueblo. Cuando un sacerdote vive así, la brújula de su corazón apunta a estos dos amores: Dios y su pueblo”.
De ese modo, precisó, “no está atado a sí mismo ni a las cosas de este mundo y, a través de la pobreza, la castidad y la obediencia, en el fondo expresa esta libertad interior que lo hace ser para los demás sin ligar a nadie para sí”.
Tras recordar que “ciertamente no es una misión fácil”, el Cardenal Stella resaltó la importancia de que saca sacerdote viva “una sólida espiritualidad enraizada en la relación personal con Jesús y su palabra”.
El Purpurado italiano reconoció que si bien hay algunos sacerdotes que se han hecho conocidos por sus miserias, “en realidad la gran mayoría de los presbíteros en la Iglesia trabaja ofreciendo generosamente la propia vida, usando sus mejores energías para el anuncio del Evangelio y el cuidado del pueblo de Dios”.
“Son padres que trabajan cotidianamente en el silencio, incluso en medio de la incomprensión afrontando la soledad” y necesitan “cercanía y acompañamiento, sobre todo del obispo, pero también de los demás sacerdotes, la comunidad cristiana y las familias”.
Una iniciativa para ayudar a los sacerdotes
El prefecto de la Congregación para el Clero explicó que su dicasterio ha lanzado una iniciativa para que los sacerdotes mediten las homilías de las misas crismales del pontificado del Papa Francisco.
“En la Misa crismal celebrada en la Basílica de San Pedro el 18 de abril, el Papa Francisco obsequió a los sacerdotes un folleto titulado ‘Nuestra fatiga es preciosa para Jesús’, que recoge las siete homilías dirigidas a los sacerdotes durante las misas crismales celebradas desde el inicio del pontificado”, explicó el Cardenal.
“Son mensajes particularmente intensos, que el Santo Padre ha querido dirigir a los sacerdotes con afecto y ternura, como hace un padre con sus hijos, y que apuntan a las fatigas apostólicas de los sacerdotes, mostrándoles un horizonte espiritual y pastoral para su misión”, resaltó.
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