¿Cómo comprender el sufrimiento humano unido a la Pasión de Cristo? El hoy Arzobispo Emérito de México, Cardenal Norberto Rivera propuso estas 4 claves.
1. Cristo siempre te lleva de la mano ante el sufrimiento
En su homilía por la Misa de Domingo de Ramos o Domingo de Pasión del 9 de abril de 2017, el Cardenal Rivera sostuvo que la “tragedia” de la Pasión de Cristo “tiene un sentido y una importancia suprema”, porque en algún momento de nuestra vida todos “nos encontramos con el dolor, el sufrimiento y la desesperación”.
“Necesitamos no una teoría, no un concepto, sino necesitamos a alguien que nos lleve de la mano para enfrentarnos a esa situación de dolor y de sufrimiento. Por eso Cristo quiere que lo aceptemos como compañero, quiere que lo recibamos en nuestra vida”, detalló.
El Purpurado aseguró que la Pasión es “núcleo más importante del evangelio” porque nos hará descubrir “el amor más grande que jamás hayamos experimentado, será el amor grande que nos llevará a enfrentar esas situaciones tan dolorosas por las cuales a veces atravesamos o siempre tendremos que atravesar”.
2. Cristo ayuda a encontrar el sentido al dolor
El Arzobispo Emérito de México contó el caso un joven al que conoció cuando fue asesor de un grupo juvenil. Este recibió una bala que lo dejó paralítico.
Un día, al visitarlo, el joven le confesó que era feliz: “No encontraba el sentido de mi vida, por eso andaba de fiesta en fiesta, andaba de pecado en pecado y nada me satisfacía; ahora he encontrado el sentido de mi vida”.
El Cardenal dijo que un relato así “pareciera absurdo”, sin embargo, añadió que Jesús puede llevar a cualquier persona a encontrar el sentido al dolor.
“Cristo quiere invitarnos no solamente a que contemplemos lo que sucedió hace 20 siglos, Cristo nos quiere llevar a que vivamos su pasión, esa pasión que no es un caso cerrado, no es un juicio que terminó, no es un expediente clausurado”.
3. Cristo sigue padeciendo la Pasión en cada miembro de la Iglesia
El Cardenal Rivera precisó que “Cristo sigue padeciendo, sigue sufriendo en cada uno de sus miembros”.
“Se sigue completando la pasión de Cristo en tantos y tantos hermanos nuestros que sufren hambre, que sufren persecución por la justicia, que sufren en la cárcel, que sufren cualquier otro ‘dolor’ o contradicción”.
4. Cristo es crucificado por la indiferencia del hombre
El Prelado aclaró que contemplar la pasión como aquél que mira desde lejos un espectáculo, “puede ser peligroso”.
“Podemos estar tomando el papel de aquellos que llevaron a Jesús al sufrimiento de la cruz, al tormento, con nuestras decisiones, con nuestras actitudes, con nuestros comportamientos ante los demás hermanos, con decisiones perversas, podemos estar llevando nuevamente a Cristo al sufrimiento, a la cruz”, indicó.
También, el Purpurado dijo que podríamos terminar como aquel “que se lava las manos, como aquel que simplemente está tomando decisiones, por debilidad, o no está tomando decisiones ante un Jesús que pasa delante de nosotros, sufriendo, perseguido, crucificado”.
Finalmente, el Cardenal Rivera dijo que “la pasión de Jesús nos tiene que llevar a enfrentarnos al dolor y al sufrimiento, acompañados por aquel que sufrió lo más profundo del dolor, que aceptó la situación más terrible que puede tener el ser humano, o como decimos, ‘que descendió a los infiernos’”.
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