Cerca de 100 sacerdotes de la Diócesis de Roma peregrinarán, junto con el Vicario, Cardenal Angelo de Donatis, del 29 de abril al 3 de mayo a Moscú, donde se encontrarán con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa Kirill, con quien celebrarán la Pascua ortodoxa.
En una carta enviada a los sacerdotes de la Diócesis, el Cardenal de Donatis explica que “con esta peregrinación queremos, al igual que el año pasado en Turquía, profundizar en el conocimiento de la ortodoxia y de su milenaria tradición espiritual y artística”.
“Estos días serán una ocasión propicia para crecer en la comunión sacerdotal entre nosotros que nos sostiene en el deseo de testimoniar el Evangelio”, señaló.
El programa de la peregrinación, especialmente pensado para los presbíteros, incluye visitas culturales, momentos de oración y encuentros con representantes de la Iglesia católica local y de la Iglesia ortodoxa.
Las actividades previstas comenzarán el 30 de abril con la celebración de la Misa en la Catedral católica de Moscú. A continuación, se visitará el Kremlin, de forma particular, la iglesia de la Asunción y la iglesia de San Basilio, junto a la Plaza Roja.
El día siguiente, 1 de mayo, se visitará la Galería Tretijakov y la Catedral de Cristo Salvador. El 2 de mayo, los peregrinos se trasladarán al monasterio de Novodevici, el más famoso de Moscú y reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Ese mismo día, se visitarán también los monasterios de Danilovskij y de Sretenskij. Por la tarde, los sacerdotes romanos participarán en la Misa presidida por el Arzobispo de Moscú, Mons. Paolo Pezzi.
El 3 de mayo, último día de peregrinación, los sacerdotes visitarán la Lauda de la Trinidad y San Sergio, a 70 kilómetros al norte de Moscú, uno de los corazones espirituales de la Iglesia Ortodoxa Rusa, donde se encontrarán con el Patriarca Kirill.
Finalizado el encuentro con el Patriarca, los peregrinos se detendrán en Semkhoz, lugar donde vivía y donde murió Aleksandr Men, sacerdote, teólogo y misionero de la Iglesia Ortodoxa Rusa, asesinado el 9 de septiembre de 1990 mientras rezaba en su iglesia parroquial y celebraba la Divina liturgia.
En declaraciones realizadas por el administrador delegado de la Obra romana de peregrinaciones, Mons. Remo Chiavarini, este viaje es una oportunidad para “establecer puentes con los hermanos ortodoxos y crear un clima de diálogo”.
“Moscú simboliza el encuentro con la Iglesia y con la espiritualidad ortodoxa, con su patriarca, con sus monjes y con sus monasterios, con la gran tradición iconográfica. Este encuentro quiere, por lo tanto, ser un encuentro de fraternidad con la Iglesia ortodoxa, continuando el camino de diálogo y de contacto con las Iglesias hermanas, iniciado el año pasado con la peregrinación a Estambul”, aseguró.
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