Según explican la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), esta resolución es el resultado del debate que tuvo lugar el pasado 20 de enero, en el que buena parte de los eurodiputados calificaron como genocidio el exterminio de minorías religiosas, en particular cristianos y yazidíes en dichos países.
En ese sentido, el pasado 27 de enero, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa adoptó casi de manera unánime la resolución “2091 (2016) Combatientes extranjeros en Siria e Irak” en la que se reconocía que “los individuos que actúen en nombre de la entidad terrorista que se llama a sí misma Daesh” “han perpetrado actos de genocidio y otros graves crímenes punibles bajo el Derecho Internacional”.
Además, la Asamblea también “recuerda que bajo el Derecho internacional los estados tienen una obligación positiva de prevenir el genocidio, y por lo tanto deberían hacer lo máximo posible para evitar que sus propios ciudadanos tomen parte en tales actos”.
Desde AIN destacan las declaraciones del eurodiputado sueco Lars Adaktusson, que ha impulsado esta resolución en el Parlamento Europeo, quien afirmó: “soy responsable de una resolución que pide a los estados miembros de la UE definir los abusos contra cristianos y yazidíes como genocidio y de este modo actuar en el marco de Naciones Unidas para desarrollar las precisas intervenciones humanitarias y militares”.
Resoluciones similares se han aprobado en otros Parlamentos, como es el caso de Lituania, donde se adoptó la resolución sobre sobre el genocidio de los cristianos y otras minorías religiosas en Oriente Medio y Norte de África. Iniciativas similares se están impulsando en el Congreso de Estados Unidos.
Implicaciones de la definición de genocidio
El “crimen de genocidio” tiene una definición precisa el derecho internacional: implica crímenes “cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. Por lo tanto, según afirma AIN, es evidente que los cristianos y yazidíes en Irak y Siria son víctimas de genocidio.
El derecho internacional impone a los estados y a la comunidad internacional las obligaciones de prevenir el genocidio, defender a los grupos que son objeto de los genocidas y juzgar y castigar a los responsables.
También es punible el intento, la complicidad, la conspiración o la incitación a cometer genocidio. Por tanto, cualquier individuo u organización dondequiera que esté –incluido la UE o Estados Unidos– que cometa, intente cometer o sea cómplice de genocidio, así como quien incite al mismo, deberá ser procesado penalmente.
El reconocimiento del genocidio es, por tanto, el primer paso fundamental para conseguir que la comunidad internacional actúe.
El uso del término genocidio no sólo tiene un significado fuerte simbólicamente; en la práctica la comunidad internacional se muestra dispuesta a actuar cuando está ante un genocidio declarado.
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— ACI Prensa (@aciprensa) enero 27, 2016
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