30 de julio de 2023 / 1:02 a. m.
La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) determinó mediante resolución A/RES/68/192 del año 2013 que el 30 de julio de cada año se conmemore el Día mundial contra la Trata de Personas. En aquella ocasión, los países firmantes se comprometieron a promover la conciencia frente a este flagelo y a ejecutar políticas que contribuyan a proteger los derechos de las víctimas.
La trata de personas constituye un serísimo problema de proporciones dramáticas. Afortunadamente, desde hace unas décadas, está siendo tratado a escala internacional. El punto de inflexión se produjo en 2003, tras la publicación de un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) que evidenciaba un trágico número de víctimas: alrededor de 225 mil personas se encontraban atrapadas en las redes del tráfico de personas a nivel mundial, la mayoría de ellas mujeres y niños.
Nuevas y horrendas esclavitudes
De acuerdo al Departamento de Seguridad del gobierno de EE. UU. “la trata de personas implica el uso de la fuerza, fraude o coerción a cambio de trabajo, servicios o un acto sexual comercial”.
Hoy, a diferencia del año 2003, se calcula que el número de víctimas asciende a decenas de millones de personas. Solo la pandemia ha podido mitigar un poco las cifras: “El número de víctimas detectadas desciende por primera vez en 20 años, ya que la pandemia limita las oportunidades y puede hacer que la trata de personas se lleve a cabo de una manera aún más clandestina, al tiempo que limita las capacidades de las fuerzas de aplicación de la ley para combatir este delito” (Informe Mundial sobre la Trata de Personas, 2022).
Incremento de la preocupación internacional
En 2007, a iniciativa del Gobierno de Japón, la ONU creó el Grupo Interinstitucional de Coordinación contra la Trata de Personas (ICAT). En 2010 la Asamblea General de la ONU adoptó el denominado “Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas”, y creó el “Fondo Voluntario Fiduciario para las víctimas del tráfico”, que prioriza a las mujeres y niños “víctimas de conflictos armados, corrientes migratorias y refugiados”.
La guerra, el hambre y el calentamiento global favorecen la aparición de nuevas formas de esclavitud, trabajos forzados, desplazamiento, trato inhumano y tráfico de personas.
En 2013, como se ha señalado lineas arriba, la Asamblea General de la ONU y los estados miembros establecieron el 30 de julio como el “Día Mundial contra la Trata de Personas”. En 2015 se incluyó la erradicación de la trata como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
En 2016, en la “Cumbre sobre los Refugiados y los Migrantes” fue aprobada la Declaración de Nueva York que incluye 19 temas centrados en la lucha contra la trata y el contrabando de migrantes. Lamentablemente, como parte de la crisis migratoria de los últimos años, son cada vez más las niñas y mujeres adultas sometidas al comercio sexual.
No hace mucho, en 2019, la UNODC evidenció otro aspecto preocupante del problema. El Informe Mundial sobre la Trata de Personas 2018 mostró que en los últimos años la proporción de afectados por la trata no solo crecía a nivel internacional. Al interior de muchos países había aumentado en 58%.
Como parte de la lucha contra este mal, la ONU está contribuyendo recientemente a poner el foco de atención en los diferentes aspectos que tiene la trata, y cómo esta va tomando nuevas formas. En 2021, el tema a ser analizado fue "Las voces de las víctimas trazan el camino" y el 2022 fue "Uso y abuso de la tecnología".
La propuesta del año pasado puso en entredicho a la tecnología, las redes sociales y el internet como herramientas que posibilitan nuevas formas de captación y sometimiento. El saldo positivo de la reflexión, sin embargo, apunta a que las nuevas tecnologías también pueden ayudar a combatir el problema, y cerrar el paso a traficantes y tratantes.
La Iglesia se pone de pie
El tema ha sido y sigue siendo una preocupación constante para el Papa Francisco, quien en repetidas ocasiones se ha pronunciado al respecto a lo largo de su pontificado.
El 8 de febrero de 2021, por ejemplo, con motivo de la “Jornada Mundial de oración y reflexión contra la trata de personas”, el Papa pidió rezar “para sostener a las víctimas de la trata, y a las personas que acompañan los procesos de integración y reinserción social”.
El Papa dijo también que la oración debe impulsar “acciones concretas” que permitan a cada persona esclavizada volver a “ser protagonista libre de su vida” a favor del bien común.
En mayo de 2022, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a los participantes en la Conferencia Internacional del Grupo de Santa Marta, creado por él y en que se reúne a dirigentes de diversas organizaciones para trabajar en esta lucha.
En su discurso, el Santo Padre agradeció la labor de estas instituciones para intentar erradicar este delito con sus múltiples formas, “que atentan contra la dignidad y los derechos de hombres, mujeres y niños, y dejan efectos duraderos en las víctimas individuales y en la sociedad en general”.
El Sonido de la libertad (EE.UU. 2023)
Este año 2023, ha sido estrenada El Sonido de la libertad (Sound of Freedom) película de acción dirigida por el director mexicano Alejandro Monteverde. El largometraje está protagonizado por los actores norteamericanos Jim Caviezel, Mira Sorvino y Bill Camp.
La película narra la historia del exagente del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. Timothy Ballard, interpretado por Jim Caviezel, quien combatió el tráfico de menores en la zona fronteriza y que renunció a su puesto en el gobierno para encabezar una cruzada internacional para salvar las vidas de miles de niños víctimas de la trata de personas.
Esta película tiene el mérito de haber puesto este flagelo humano en el foco de atención del mundo entero, haciendo cada vez más difícil que autoridades y ciudadanos “miren en otra dirección” y no asuman su responsabilidad. El Sonido de la libertad le está dando voz a las millones de víctimas que esperan por una respuesta contundente al problema.
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