31 de julio de 2023 / 4:47 p. m.
Al anunciarse los nombres de los tres nuevos Cardenales argentinos que creará el Papa Francisco el 30 de septiembre, los medios dirigieron su atención a Fray Luis Pascual Dri, asegurando que él fue quien había bautizado a Diego Armando Maradona. Pero, ¿es cierto este dato?
El párroco y rector del Santuario Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya, en la Ciudad de Buenos Aires, donde el exfutbolista fallecido en 2021, había recibido el Bautismo, y donde Fray Dri se desempeña desde hace muchos años, fue el encargado de aclarar la situación.
Fray Sauro Ceccarelli explicó a ACI Prensa que el hermano capuchino que lo bautizó en 1961 "se llamaba Nicanor de Guerendiain”. Ese era su nombre religioso, mientras que “su nombre de Bautismo era Miguel Beúnza Roncal”, relató el sacerdote.
En la foto del Bautismo, que conservan en el santuario, el sacerdote que aparece “es claramente el hermano Nicanor”, sostuvo el P. Ceccarelli, quien explicó también que en la iglesia todavía se halla la pila bautismal en la que el deportista recibió el sacramento.
Agradecido de poder brindar datos para aclarar la confusión, porque “la verdad está primero”, el párroco recordó también que, en ese momento, “todavía no estaban unidas las provincias argentina y rioplatense” de la Orden Franciscana, y Fray Dri “pertenecía a la rioplatense, que abarcaba Uruguay y un poco de Argentina, pero no pertenecía a nuestra provincia”.
El fraile que bautizó a Maradona
De origen español, el P. Nicanor nació en 1913 en Guerendiain, Navarra, y vistió el hábito capuchino a sus 16 años. Hizo su profesión perpetua el 17 de febrero de 1935 y fue ordenado sacerdote el 6 de enero de 1940.
Primero fue destinado a Portugal, luego regresó a Navarra en 1953 y fue enviado a Argentina en 1954.
En el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya “estuvo muchos años, fue guardián, construyó el segundo piso del santuario y se destacó como un gran barítono, que tenía un famoso coro en Pompeya”.
“En sus últimos años estuvo en Villa Hipódromo, Mendoza. Luego, acompañado por su hermano Jesús, vivió también en otra parroquia. Falleció el 4 de diciembre de 1992 en Pamplona, a los 79 años de edad y 63 de vida religiosa”, relató el rector del santuario.
“Él es el sacerdote que bautizó a Diego Armando Maradona. Nosotros tenemos la foto, y aunque en el certificado de Bautismo está el nombre del párroco —recordemos que en aquel tiempo los Bautismos se hacían individualmente, entonces se ponía el nombre del párroco— no era quien lo bautizó”.
Al referirse al hecho de que uno de los futbolistas más importantes de la historia argentina haya sido bautizado en esa parroquia, el sacerdote reconoció que “es algo hermoso”, que se explica porque el templo se encuentra en la ciudad, pero queda a dos cuadras de la provincia de Buenos Aires.
Allí acuden las comunidades de Lanús, de Avellaneda, “toda esa gente siente este lugar como si fuera la Catedral”, observó.
“Los hermanos de la Villa Zavaleta, si tienen que celebrar algo grande, vienen para acá; los hermanos bolivianos, los paraguayos, los peruanos, los venezolanos, más allá de los argentinos, italianos y españoles que estaban hace un tiempo”, enumeró.
“El rostro del santuario fue cambiando por las diferentes migraciones, y en el patio de la Virgen podemos encontrar a las patronas de los países limítrofes”, por lo que las distintas comunidades “vienen y se congregan acá, hacen novenas”, describió.
Haber bautizado a Maradona, insistió, “es un regalo, porque yo sé por personas cercanas que en el último tiempo él no renegaba de su fe católica, quería mucho al Papa Francisco, lo iba a visitar”, señaló.
“Sé por algunos sacerdotes cercanos que no era super practicante, pero no estaba en un tiempo de su vida en que atacaba a la Iglesia”, afirmó.
“Lo más importante es que en esta zona la gente, no sólo del barrio, sino del Gran Buenos Aires, considera el santuario como si fuera una Catedral, y son muy devotos”, subrayó.
El próximo 20 de agosto, anunció el sacerdote, culmina el Jubileo por el centenario de la coronación pontificia de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya, lo que para la comunidad “es un regalo de Dios”, porque “pone más de relieve la devoción a la Virgen”.
Entrevista por Matías Bocca
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