28 de junio de 2023 / 9:32 a. m.
Con una Misa presidida por el Obispo de Rancagua (Chile), Mons. Guillermo Vera Soto, el lunes 26 de junio se celebró la reapertura del templo Nuestra Señora de la Merced, restaurado luego de su destrucción por el terremoto de 2010, que alcanzó 8.8 grados en la escala Mw.
La Eucaristía fue concelebrada por el párroco del lugar, P. Héctor Durán, y contó con una gran concurrencia de fieles, entre ellos autoridades gubernamentales de la comuna de Codegua.
Se trata de una iglesia construida en la década de 1850 y que es monumento histórico de Chile. Sin embargo, a causa del terremoto debió ser restaurada en su totalidad.
En su homilía, Mons. Vera invitó a los fieles a vivir la alegría de volver a casa, donde los hijos e hijos de esta tierra pueden hoy reencontrarse. “Dios ha abierto las puertas de esta iglesia, para que el pueblo de Dios entre, se congregue y escuche palabras de esperanzas y les enseñe a vivir”, manifestó.
En la misma línea, animó a estar “contentos y agradecidos” por el trabajo, esfuerzo y sacrificio dedicado en la renovación del templo, que contó con el aporte financiero del Estado.
En declaraciones al portal El Rancagüino, el obispo indicó que es una ocasión de alegría muy grande para la comunidad, “que ha querido tanto su iglesia que les cobijó durante 200 años y que en su momento fue destruida por el terremoto”.
El P. Durán, por su parte, consideró “un verdadero milagro” la concreción de la obra, ya que el presupuesto aprobado no era suficiente para la magnitud de la empresa.
Damnificados por las lluvias
Durante la Eucaristía, Mons. Guillermo Vera Soto se refirió también a la situación trágica que viven miles de chilenos debido a las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias y la crecida del río.
En ese marco, lamentó las consecuencias que deben afrontar hermanos y hermanas, y advirtió que esta situación pone de manifiesto realidades de pobreza y precariedad.
Sin embargo, valoró: “Junto al dolor de tantos hermanos y hermanas, he sido testigo también de la generosidad de tanta gente”.
“Son lecciones que se sacan, de que en las alegrías y en las penas tenemos que saber estar juntos, porque es en estos momentos donde se manifiesta la grandeza del ser humano”, reflexionó.
Asimismo, enumeró las iniciativas de Cáritas Chile, que está reuniendo las iniciativas solidarias de los chilenos, como también la acción social del Colegio Amada Sofía, de Coltauco, que sirve de albergue para los afectados.
También destacó la labor de los sacerdotes de las parroquias de las zonas más golpeadas, que trabajan junto a las autoridades buscando ayuda y manteniéndose cerca de los que necesitan auxilio.
Al finalizar la celebración, se ofreció un espacio de actividades culturales y artísticas.
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