Cardenal italiano denuncia inmoralidad por parte de algunos políticos
El Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Cardenal Angelo Bagnasco, deploró ejemplo inmoral que algunos políticos -y más concretamente los italianos con Silvio Berlusconi al frente-, ofrecen a las nuevas generaciones. El 26 de septiembre, el Cardenal Bagnasco lamentó durante la Conferencia del Consejo Episcopal Permanente celebrada en Roma, la conducta del cuerpo político del país, y recordó que "la cuestión moral, cuando atañe a la política, tiene innegables incidencias culturales y educativas". El actual ejemplo de moral en los políticos "contribuye a propagar la cultura de una existencia fácil y hedonista, cuando ésta debería dejar paso a la cultura de la seriedad y del sacrificio, fundamentalmente para aprender a afrontar responsablemente la vida", explicó. El Purpurado señaló que la juventud busca constantemente puntos de referencia para enfocar sus vidas y por ello, en materia de política "se trata no solo de actuar de un modo diverso, sino de pensar de un modo diverso: hay que purificar el aire, para que las nuevas generaciones –creciendo- no queden envenenadas". "La cuestión moral, entendida en su conjunto, no es una invención mediática: en la dimensión política, como en algún otro ámbito privado o público, es una emergencia de gran importancia, que necesita un llamado urgente", aseveró. El Presidente de la CEI indicó que la Iglesia Católica no puede guardar silencio ante los excesos y el degrado en la vida política e institucional y explicó que quienes dirigen los países -y más concretamente en Italia-, deben saber "que hay unos deberes específicos de transparencia y económicos: por lo menos, para cumplir con los ciudadanos y no humillar a los pobres". "Especialmente en situaciones como la actual, donde es un deber recordar el principio dominante de la justicia, asumida con rigor y aplicado sin excepciones, para hacer más soportales los ajustes de austeridad". Berlusconi en el ojo de mira La prensa italiana e internacional no tardó en hacerse eco de las palabras del Purpurado y poner en el ojo de mira al presidente de Gobierno Italiano, Silvio Berlusconi, quien acostumbra a ser noticia por sus numerosos escándalos de índole sexual.
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