21 de junio de 2023 / 1:10 p. m.
Este martes 20 de junio el Vaticano ha presentado el nuevo documento del Sínodo conocido como “Instrumentum Laboris”, en el que se plantean ciertos temas claves que guiarán la próxima Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos en octubre de 2023.
Basándose en las sesiones de escucha realizadas en todo el mundo a nivel diocesano, nacional y continental, en sus 50 páginas se reflexiona acerca de cuestiones actuales, como la posibilidad del acceso de las mujeres al diaconado, la atención a las “personas LGBTQ+”, el ejercicio de la autoridad en la Iglesia o la gestión de los abusos.
El Instrumentum Laboris se divide en dos secciones. La primera resume las ideas de las asambleas continentales y esboza qué es una Iglesia sinodal y cómo debe proceder. La segunda es una serie de 15 hojas de trabajo con preguntas para el discernimiento.
A continuación, presentamos 5 temas que aborda este reciente documento:
1. El papel de la mujer y el posible acceso al diaconado
Entre las cuestiones planteadas en el texto figura el papel de la mujer dentro de la Iglesia. En el apartado B 2.3, el documento propone la siguiente pregunta: “¿Cómo puede la Iglesia de nuestro tiempo cumplir mejor su misión mediante un mayor reconocimiento y promoción de la dignidad bautismal de las mujeres?”.
En esta línea, remarca que “durante la primera fase del Sínodo, los temas de la participación de las mujeres, su reconocimiento, la relación de apoyo mutuo entre hombres y mujeres y la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y gobierno surgieron como elementos cruciales en la búsqueda de cómo vivir la misión de la Iglesia de una manera más sinodal”.
“En una Iglesia que quiere ser verdaderamente sinodal, estas cuestiones deben ser abordadas conjuntamente y deben construirse juntos respuestas concretas para un mayor reconocimiento de la dignidad bautismal de las mujeres y para la lucha contra todas las formas de discriminación y exclusión de las que son víctimas en la comunidad eclesial y en la sociedad”, se lee en el documento.
Asimismo, indica que “la mayor parte de las Asambleas continentales y las síntesis de numerosas conferencias episcopales piden que se considere de nuevo la cuestión del acceso de las mujeres al diaconado. ¿Es posible plantearlo y en qué modo?”.
2. “Inclusión” y atención a “las personas LGBTQ+”
Otra de las preocupaciones que recoge el texto es “cómo renovar la propia misión para ser una comunidad acogedora y hospitalaria, para encontrar a Cristo en aquellos a quienes acoge y ser signo de su presencia y anuncio creíble de la verdad del Evangelio en la vida de todos”.
En ese sentido, señala que “los Documentos finales de las Asambleas continentales mencionan a menudo a quienes no se sienten aceptados en la Iglesia, como los divorciados vueltos a casar, las personas en matrimonios polígamos o las personas LGBTQ+”.
El término “LGBTQ+” (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer y más), aparece en dos ocasiones.
Como sugerencias para la oración y la reflexión preparatoria, el documento sinodal plantea las siguientes preguntas: “¿Cómo podemos crear espacios en los que aquellos que se sienten heridos por la Iglesia y rechazados por la comunidad puedan sentirse reconocidos, acogidos, no juzgados y libres para hacer preguntas?”.
“A la luz de la Exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia, ¿qué medidas concretas son necesarias para llegar a las personas que se sienten excluidas de la Iglesia a causa de su afectividad y sexualidad (por ejemplo, divorciados vueltos a casar, personas en matrimonios polígamos, personas LGBTQ+, etc.)?”, añade.
3. El acceso al presbiterado de hombres casados
Aunque la palabra “celibato” no aparece en el Instrumentum Laboris, sí se plantea una pregunta cercana a esta disciplina: “¿Es posible, como proponen algunos continentes, abrir una reflexión sobre la posibilidad de revisar, al menos en algunas áreas, la disciplina sobre el acceso al presbiterado por parte de hombres casados?”.
4. La autoridad en la Iglesia
El “ejercicio de la autoridad en la Iglesia” es otro de los temas principales del Instrumentum Laboris, donde la palabra “autoridad” aparece casi 60 veces.
El apartado B 2.5 subraya que “fuerte es la conciencia de que toda autoridad en la Iglesia procede de Cristo y está guiada por el Espíritu Santo”.
También se señala que “la diversidad de carismas sin la autoridad se convierte en anarquía, del mismo modo que el rigor de la autoridad sin la riqueza de los carismas, ministerios y vocaciones se convierte en dictadura”.
“La Iglesia es al mismo tiempo sinodal y jerárquica, por lo que el ejercicio sinodal de la autoridad episcopal tiene la connotación de acompañar y salvaguardar la unidad”, añade.
“En todas las épocas, el ejercicio de la autoridad y de la responsabilidad en el seno de la Iglesia se ve influido por los modelos de gestión y los imaginarios de poder imperantes en la sociedad. ¿Cómo podemos tomar conciencia de ello y ejercer un discernimiento evangélico sobre las prácticas en el ejercicio de la autoridad, vigentes en la Iglesia y en la sociedad?”.
Una propuesta para el discernimiento del Sínodo de los Obispos plantea: “¿Qué podemos aprender sobre el ejercicio de la autoridad y la responsabilidad de otras Iglesias y Comunidades eclesiales?”.
El texto invita asimismo a reconocer el deseo de “una Iglesia cada vez más sinodal también en sus instituciones, estructuras y procedimientos, para constituir un espacio en el que la común dignidad bautismal y la corresponsabilidad en la misión no sólo se afirmen, sino que se ejerzan y practiquen”.
5. La gestión de los abusos
El Instrumento de trabajo también subraya que “la exigencia de una reforma de las estructuras e instituciones y de los mecanismos de funcionamiento en orden a una mayor transparencia es particularmente fuerte en los contextos más marcados por la crisis de los abusos (sexuales, económicos, espirituales, psicológicos, institucionales, de conciencia, de poder, de jurisdicción)”.
En esa línea, destaca el tratamiento inadecuado de los casos de abusos como parte del problema, “lo que pone en tela de juicio los mecanismos y procedimientos de funcionamiento de las estructuras e instituciones, así como la mentalidad de las personas que trabajan en ellas”.
“¿Cómo podemos seguir dando pasos concretos para ofrecer justicia a víctimas y supervivientes de los abusos sexuales, espirituales, económicos, de poder y de conciencia perpetrados por personas que desempeñaban un ministerio o una misión eclesiástica?”, se pregunta en el texto.
“¿Hasta qué punto es posible distinguir entre los miembros de una institución y la propia institución? ¿Las responsabilidades en el tratamiento de los casos de abuso son individuales o del sistema? ¿Cómo puede contribuir la perspectiva sinodal a crear una cultura de prevención de todo tipo de abusos?”, añade.
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